El cierre abrupto de la histórica conservera Canale en Real del Padre, San Rafael, dejó una profunda marca en el pueblo mendozino, afectando directamente a unas 30 familias que residían en el este del departamento.
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Fundada en 1942 y inicialmente especializada en la producción de tomates, la planta diversificó sus operaciones hacia conservas de durazno, pimientos, dulces y mermeladas a lo largo de los años.
Tras años de altibajos y cambios de dueños, incluidos períodos bajo Dulcor y AVA SA, Canale se declaró en quiebra por primera vez en 2016 y desde allí se había podido reinventar varias veces hasta la fecha.
Despidos masivos en Canale tras la quiebra la planta
Lo que parecía ser una jornada más en la sede de San Rafael, terminó resultando en una reunión convocada inesperadamente, media hora antes del final del turno, en la cuál el personal fue informado sobre el cese de las actividades y el traslado de la planta a Ugarteche.
Minutos después de la reunión, una empresa de seguridad llegó al lugar para proceder al cierre y desmantelamiento de la fábrica. Los 22 empleados efectivos y los 16 temporarios fueron escoltados fuera de las instalaciones, mientras que el gerente, el conductor de la máquina autoelevadora y el encargado de logística permanecieron para supervisar el proceso.
El intendente fondillero, Omar Félix, expresó su malestar tras el cierre de la planta. En su cuenta oficial en X, Félix escribió: "Primer efecto de 'reactivación económica' luego de aprobar la Ley Bases, cierre definitivo de la planta fabril de Canale en Real del Padre, 38 empleados despedidos. Sin palabras." Esta declaración hizo clara referencia a la reciente aprobación de la Ley de Bases en Diputados, que había sido presentada como una medida para impulsar la reactivación económica del país.
FV, la fábrica de grifería más grande del país, suspendió a 800 trabajadores de su planta de Pilar
Los empleados suspendidos integran el personal total de 1.400 personas que producen 3.500 artículos de primer nivel que se exportan a 25 países, incluido Brasil.
En medio de la recesión y la caída de la industria, FV, la fábrica de grifería más grande del país, suspendió por tres meses a 800 trabajadores de su planta de Villa Rosa, localidad de Pilar, implicando una importante reducción salarial.
Los 800 empleados suspendidos integran el personal total de 1.400 personas y son el resultado del derrumbe económico que están sufriendo las empresas bonaerenses y de todo el país.
Es que la caída de la obra pública, del consumo, la recesión económica y las propuestas de flexibilización laboral que introdujo el Gobierno de Javier Milei, entre otras causas, provocaron que importantes empresas despidan, suspendan y reduzcan sus jornadas laborales. Tal es el caso de Chango Más en Buenos Aires, Pepsico en Mar del Plata, Whirlpool en Pilar o Fate en San Fernando, entre otros.
En la fábrica que FV tiene en Villa Rosa, de 80 mil metros cuadrados, esos 1.400 personas producen 3.500 artículos de primer nivel que se exportan a 25 países, incluido Brasil.
Si bien la fábrica mantendrá activa la producción de productos premium para exportación, las suspensiones se implementarán en las líneas que hacen productos para el mercado local, que sufre los efectos del desplome que registró la industria de la construcción.
Según fuentes gremiales, el ajuste que está llevando adelante la gestión de La Libertad Avanza pone en riesgo el trabajo de más de 50 mil personas en los próximos dos meses.
En tanto, advierten que la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) acordó con las empresas del Grupo Construya (FV, Loma Negra y Aluar, entre otras) un esquema de reducción de la jornada laboral por 10 días en mayo, 9 en junio y 10 en julio, con el pago de un 80% del salario neto.
El gremio viene de acordar la reducción de al menos 60 puestos contratados y negocia suspensiones en la planta de Pilar de Whirlpool por el derrumbe de las ventas de lavarropas.