A poco de que el Senado convierta en ley la eliminación del impuesto a las Ganancias, el Gobierno y el sindicalismo instalaron juntos en la agenda legislativa otro reclamo de larga data que atraviesa la campaña presidencial de Sergio Massa: la reducción de la jornada laboral, que en Argentina está entre las más altas de la región.
La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, que preside la sindicalista judicial Vanesa Siley, comenzó a debatir este martes siete proyectos de ley del Frente de Todos (FdT), el Partido Socialista y el Frente de Izquierda para disminuir la carga horaria en nuestro país, que desde 1929 es de 8 horas diarias y 48 horas semanales.
En el inicio del debate, uno de los diputados en destacar los beneficios estadísticos de la reducción de la jornada laboral fue Eduardo Valdés (FdT), autor de uno de los proyectos.
"Los países de mejor índice de Gini son los que redujeron el horario laboral, como Noruega, Dinamarca y Alemania. También lo discute la derecha inglesa, lo cual demuestra que no es algo ideológico", comenzó el legislador.
En ese sentido, también destacó que las principales empresas argentinas nacieron y crecieron junto con la consolidación de los derechos laborales. “Techint en 1947, Arcor y Deheza, en 1949", describió.
Valdés también hizo hincapié en que la concreción del proyecto también es un pedido del Papa Francisco: “Orgullo de argentino en el mundo, propuso en el cuarto Encuentro Mundial de Movimientos Populares la reducción de la jornada laboral y agregó el ingreso universal", recordó.
Por último destacó que cuando la jornada laboral se redujo a ocho horas: eran ocho para trabajar, ocho para dormir, ocho para la vida personal y familiar. “Hoy hay cambios en el mundo del trabajo y quizás esa reducción puede generar que otros trabajadores que están desocupados cubran esos horarios y de esa manera podamos implementar acciones para no descartar a nadie e incluir en el universo laboral a todas las personas de nuestro país", finalizó.
Cómo es en otros países
En América Latina, Argentina está entre los cuatro países con la jornada más alta (48 horas semanales), junto con México, Perú y Bolivia. México está discutiendo actualmente bajar la carga horaria de 48 a 40 horas semanales.
En el otro extremo, Ecuador y Venezuela son los países con menor carga horaria: 40 horas semanales. En Chile, en abril de este año, el presidente Gabriel Boric promulgó una ley para reducir la jornada de forma gradual de 45 a 40 horas semanales, en un lapso de cinco años. En Colombia también se aprobó una reducción progresiva de 47 a 42 horas semanales para el año 2026. En Brasil, Cuba, Honduras, República Dominicana y El Salvador, la jornada es de 44 horas semanales, y en Uruguay va entre las 48 y las 44, según el rubro.
En Europa, España puso en marcha en abril una prueba piloto por una semana laboral de cuatro días. Cristina Faciaben, secretaria de Internacional y Cooperación de Comisiones Obreras de España, participó del debate de este martes de manera virtual y relató la experiencia en ese país. “Defendemos el derecho a la reducción del tiempo de trabajo. Tiene comprobados efectos positivos tanto para las empresas como para los trabajadores”, destacó.
La jornada más alta rige en Países Bajos (45 horas semanales), mientras que Italia, Polonia, Portugal, Noruega y Finlandia tienen vigentes las 40 horas. En Dinamarca la jornada es de 37 horas; y en Alemania, de entre 35 y 40.