Hace algunas horas se conoció que seis diputados nacionales de La Libertad Avanza (LLA) visitaron la cárcel federal de Ezeiza y se encontraron con varios represores condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. La visita, realizada la semana pasada, causó una serie de reacciones y polémica.
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Los legisladores involucrados en el encuentro fueron Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo. Durante la visita, se reunieron con Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo, Carlos Guillermo Suárez Mason (h) y Raúl Guglielminetti.
Astiz y Cavallo están entre los condenados a prisión perpetua por sus roles en la dictadura, mientras que Guglielminetti recibió una sentencia de 25 años por su participación en centros clandestinos de detención.
Beltrán Benedit, uno de los diputados presentes, justificó la visita argumentando que los parlamentarios buscaban encontrarse con "excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional". Esta declaración, hecha a través de un mensaje de WhatsApp que se volvió viral, fue ampliamente criticada.
Algunos de los diputados afirmaron que no estaban al tanto de la identidad de los condenados y que la visita tenía un carácter humanitario. Por otro lado, desde el equipo de La Libertad Avanza minimizaron el incidente, señalando que la visita no fue específicamente dirigida a los represores.
El repudio de la UCR por la visita a los represores de la dictadura
La Unión Cívica Radical (UCR) expresó su enérgico repudio ante la visita que realizaron diputados de La Libertad Avanza al grupo de represores condenados por crímenes de lesa humanidad. A través de un comunicado en Twitter, el partido manifestó su rechazo: "La Unión Cívica Radical repudia la visita que realizaron diputados de la Libertad Avanza a un grupo de represores condenados por hechos aberrantes y que están detenidos en una Unidad del Servicio Penitenciario Nacional".
Además, la UCR destacó la gravedad de este acto, recordando que los diputados "deberían tener conciencia que visitar a genocidas y la charla amena con quienes violentaron los derechos más básicos de la ciudadanía es una afrenta a víctimas, familiares y a todo el pueblo argentino que decidió hace 40 años vivir en democracia y al amparo de la Constitución".
La visita de los diputados no solo suscistó un fuerte rechazo por parte de partido político sino también entre agrupaciones de derechos humanos y organizaciones de familiares de víctimas de la dictadura. La Central de Trabajadores Argentinos Autónoma (CTA-A) también se pronunció contra la visita, calificándola como un “desprecio por el pueblo argentino”.
Los condenados en cuestión tienen antecedentes graves: Astiz fue hallado culpable de delitos de lesa humanidad en la ex-ESMA, mientras que Guglielminetti fue condenado por tortura y detención ilegal de prisioneros en centros clandestinos.
