Luego del controvertido episodio que se vivió en la última sesión de la Cámara de Diputados, el Gobierno tendría decidido impulsar la expulsión de la diputada Lourdes Arrieta del bloque de La Libertad Avanza.
La legisladora mendocina generó fuertes tensiones al presentarse en la sesión que terminó rechazando un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que otorgaba 100.000 millones de pesos a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para gastos reservados.
El incidente se produjo cuando Arrieta, pese a los desacuerdos internos, decidió estar presente en la sesión, lo que provocó una fractura en el bloque libertario. Este hecho derivó en una serie de reproches hacia la diputada, quien fue acusada de haber "traicionado" las directrices del bloque.
Tensión en el Congreso: el oficialismo pide que Arrieta deje la Libertad Avanza
Las diferencias entre Arrieta y sus colegas se hicieron más evidentes durante una tensa reunión realizada en el Palacio Legislativo, donde fue confrontada por su decisión.
Nicolás Mayoraz, uno de los referentes del espacio, la acusó de actuar en coordinación con Unión por la Patria, lo que terminó por romper la unidad del bloque.
A raíz de estos hechos, Arrieta presentó una denuncia por violencia de género contra Mayoraz, aunque la Justicia finalmente desestimó la acusación.
Uno de los integrantes del bloque expresó que si Arrieta no es expulsada, debería renunciar, ya que "sus diferencias con el bloque son más importantes y opacan los objetivos del oficialismo". En la misma línea, un funcionario del Gobierno expresó en tono irónico que la diputada "no tiene los patitos en fila".
El futuro de Arrieta en La Libertad Avanza parece estar sellado. La diputada Lorena Villaverde ya presentó una moción para su expulsión, que será debatida en la próxima sesión de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento de la Cámara Baja.
Según indicaron desde el bloque, el presidente del mismo, Gabriel Bornoroni, decidió postergar la votación para evitar una escalada de la crisis, pero se espera que la situación se defina en la próxima reunión en el Salón Blanco del Congreso.
Lourdes Arrieta denunció a sus compañeros de LLA en la Oficina de Violencia de Género
Fue un miércoles para el olvido para el oficialismo, en medio de la dura derrota parlamentaria, en donde los bloques opositores dieron media sanción al rechazo de los fondos reservados para la SIDE, se produjo un escándalo dentro del bloque de La Libertad Avanza.
Si bien los hechos sucedieron dentro de uno de los despachos, trascendió por declaraciones a la prensa, que diputados del oficialismo maltrataron duramente a la diputada Lourdes Arrieta, quien luego decidió denunciar el hecho en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema.
La denuncia apuntó principalmente contra el diputado Nicolás Mayoraz, según informaron distintas versiones de la prensa, Arrieta fue el blanco de múltiples ataques, como también su compañera de bancada, Rocío Bonacci, quiénes dieron quorum a la sesión que terminó en rechazo del DNU de la SIDE en contra de la voluntad de las autoridades del bloque.
Las versiones indican que la discusión comenzó cuando Nicolás Mayoraz, Beltrán Bénedit (organizador de la visita a los represores) y el jefe de bloque, Gabriel Bornoroni, increparon a Lourdes Arrieta. Le reprocharon haber dado quorum y, sobre todo, haber contado detalles de la visita a represores, mencionando al presidente de Diputados, Martín Menem.
Por este motivo Mayoraz la acusó directamente de "operadora kirchnerista" y otra diputada, Lorena Villaverde, pidió la expulsión de Arrieta y Bonacci del bloque de LLA.
En ese momento Arrieta comenzó a esponder a los gritos a los ataques de Mayoraz y Bénedit, que se escucharon por fuera del despacho donde se habían reunido. En la escena también estaba el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien según algunas versiones se sumó a los reproches, pero luego intentó poner paños fríos al momento de los gritos.
Allí ingresaron también el padre de Rocío Bonacci y el abogado de Arrieta, fue entonces que Menem llamó al personal de seguridad para que esperen en otra sala.
Más tarde se supo que Arrieta realizó una denuncia por violencia de Género contra Mayoraz y otros integrantes del bloque presentes en la tensa reunión.
El relato de Bonacci a los medios
La diputada oficialista, Rocío Bonacci, conversó con los medios de comunicación a la salida del Congreso nacional, en donde relató lo sucedido dentro de los despachos de La Libertad Avanza.
Según Bonacci, la disputa con Arrieta se intensificó después de que esta señalara a Martín Menem y Beltrán Benedit como responsables de la visita a represores. En relación a los conflictos internos, Bonacci describió el ambiente en el bloque como uno de creciente descontento y caos.
"Un colega del bloque, Nicolás Mayoraz, señaló a la diputada Lourdes Arrieta de ser una operadora kirchnerista, de jugar en contra del Gobierno, lo cual me parece que no es cierto y su reacción totalmente humana fue explotar en llanto", afirmó Bonacci.
La legisladora relató que Arrieta se retiró del recinto después de que Menem solicitara la intervención de seguridad, con la diputada Marcela Pagano facilitando su salida.
De esta forma, criticó el tono elevado de Mayoraz, quien está señalado por casos de violencia de género, y consideró que el trato hacia Arrieta fue injusto y desproporcionado.
Además, Bonacci mencionó que la bancada había propuesto la expulsión de Arrieta del bloque, pero aún discutió formalmente. "Estamos tratando de que el bloque esté más unido", comentó, defendiendo el derecho de Arrieta a expresar su versión de los hechos.
Bonacci también reveló que Arrieta había presentado una denuncia penal contra Benedit por amenazas recibidas, destacando que la legisladora había aclarado la situación en un momento de angustia, pero que no había sido escuchada adecuadamente.
Sobre la polémica visita al Penal de Ezeiza, Bonacci reafirmó que ella también había sido invitada por Benedit y subrayó que no se debería incriminar a una compañera por expresar la verdad.
Finalmente, en cuanto a la votación del DNU, Bonacci criticó la falta de apoyo a la propuesta y sugirió que la decisión de rechazar el DNU era una señal de que no era el camino adecuado para el cambio prometido.
