Luego de las acusaciones en su contra, el ex presidente de Brasil entre 2019 y 2023, Jair Bolsonaro, organizó el domingo un evento en la Avenida Paulista de San Pablo al que acudieron 185.000 seguidores, con la intención de mostrar que “el pueblo está de su parte” ante las denuncias de golpismo en su contra que para él no son más que "lawfare".
Si bien el número estimado de asistentes fue alto, -el cual fue revelado por el grupo de investigación "Monitor del debate político", de la Facultad de Artes, Ciencias y Humanidades (EACH) de la USP-, no fue el esperado por los hombres del expresidente que estimaban unos 500.000. En medio de clamores populares y carteles aduladores, Jair Bolsonaro denunció otra vez un supuesto "lawfare” (persecución judicial).
Alejado de la política por la inhabilitación que dictó la Justicia, el ex mandatario resaltó que “no se puede aceptar” que se aparte a opositores del escenario político. “No podemos aceptar que un poder elimine del escenario político a quien quiera que sea, a no ser por un motivo justo. No podemos pensar en elecciones apartando a los opositores”, advirtió el ex jefe de Estado.
Tras explicar que "un golpe es un tanque en la calle", algo que "no ocurrió" en Brasil, Bolsonaro denunció ante su gente una persecución del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) en su contra.
"Esta imagen va a dar vuelta al mundo", sostuvo desde un escenario montado en el centro de la avenida Paulista, la principal vía de la ciudad de San Pablo, en un intento de demostrar fuerza política frente a las acusaciones en su contra por desvío de joyas, alterar documentación pública y planificar un golpe de estado para no reconocer las elecciones de 2022 ganadas por Lula.
El ex mandatario contó que pasó "mucho tiempo perseguido" y que esa persecución aumentó cuando dejó la presidencia. "Hicimos la transición, salí de Brasil y esta persecución no terminó, me investigan por joyas, por dinero enviado al exterior, por molestar a una ballena, ahora me acusan de dar un golpe, golpe es tanques en la calle, conspiración con empresarios y políticos, nada de eso ocurrió", subrayó.
Hace dos semanas, el ex jefe de Estado de Brasil sufrió la confiscación de su pasaporte en la megacausa en la que se encontró un borrador de un estado de excepción en el cual se planificaba intervenir militarmente la justicia electoral en caso de victoria de Lula, algo que ocurrió pero que su partido no acepta en su totalidad.
"Encontraron un borrador de un decreto del Estado de Defensa, cómo es eso de dar un golpe usando la Constitución, no llamamos a estado de sitio; ahora busco la pacificación, borrar el pasado y buscar la manera de vivir en paz, sin sobresaltos", afirmó.
En ese sentido, le pidió al Congreso que aprobara un proyecto de amnistía para indultar a "aquellos pobres desgraciados que están presos en Brasilia”, en referencia a los condenados por la invasión y devastación de las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023, contra la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva en el poder. Para el ex presidente, esas personas siguen siendo “personas de bien”.
Si bien aceptó que los golpistas deben tener algún tipo de castigo, dijo que no debe ser "con esas condenas que no son razonables". Es que el STF condenó hasta ahora a más de 100 personas a penas que llegan a 17 años de prisión por atentar contra el estado de derecho.
Un llamado a la sociedad para apoyar a los candidatos inhabilitados
Bolsonaro convocó a la extrema derecha a apoyar a los candidatos a intendentes y concejales de 2024 y se quejó de la inhabilitación que pesa sobre él hasta 2030 por haber hecho campaña desde el gobierno en 2022 contra el sistema electoral.
En las encuestas, Bolsonaro se mantiene como líder de la oposición pero está inhabilitado hasta 2030 precisamente por criticar sin pruebas las urnas electrónicas y apelar a fraude cuando perdió ante Lula da Silva.
En la marcha, además del apoyo al ex presidente, también flamearon banderas israelíes tras las controvertidas palabras de Lula Da Silva que establecieron paralelismos entre las acciones del ejecutivo de Benjamin Netanyahu en Gaza y el Holocausto de Adolf Hitler.