La Ciudad implementó un nuevo esquema de seguridad en las zonas más transitadas de Buenos Aires, dotando a la policía de armas de baja letalidad con el fin de prevenir delitos sin comprometer la seguridad de vecinos y turistas.
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Estas medidas incluyen el uso de dispositivos como las Taser y las pistolas Byrna, que ya se están utilizando tanto en la red de subtes como en zonas comerciales de exposición.
El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, supervisó personalmente la implementación de estas herramientas en la zona de Av. Santa Fe y Coronel Díaz, marcando la relevancia de estas armas en espacios con alta afluencia de personas.
Más seguridad en las calles: la Policía ya usa armas no letales en la Ciudad
“La discusión sobre las armas no letales quedó atrás. Cuando asumimos, no había ninguna Taser ni Byrna en la calle. Hoy ya tenemos 475, y para fin de año van a ser cerca de 600”, afirmó Macri, acompañado por el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, y el secretario de Seguridad, Diego Kravetz. Agregó que estas armas ya comenzaron a ser usadas en los subtes y que el objetivo es ampliar su presencia en todas las estaciones.
Las Taser, por ejemplo, son armas de descarga eléctrica diseñadas para reducir a delincuentes sin causar daños colaterales, lo que las hace ideales para lugares concurridos como las estaciones de subte, que reciben a más de 900 mil personas al día. “El mes pasado comenzamos a utilizarlas en la red de subtes y el objetivo es cubrir todas las estaciones”, reiteró Macri.
En cuanto al despliegue en otras áreas, el mandatario porteño explicó: “Sumamos estas armas en zonas comerciales donde hay mucha concurrencia de personas que van o vuelven de su casa, del trabajo o hacen sus compras. En alrededores de estaciones de trenes, dentro de los subtes y en cuadras donde hay shoppings o zonas comerciales de Once y Palermo”.
Actualmente, la Policía de la Ciudad cuenta con 90 Taser distribuidas en subtes y puntos estratégicos, además de 500 Byrnas, de las cuales 385 ya están en servicio.
Las Byrna, a diferencia de las Taser, operan con dióxido de carbono y tienen un alcance de hasta 20 metros, lanzando proyectiles que pueden ser sólidos o liberar una sustancia irritante, como un gas pimienta.
Macri también destacó el valor de estas armas no solo en términos de seguridad, sino también en su capacidad de proteger tanto a los oficiales como a los sospechosos. “Ya usamos las Taser este año varias veces y lo bueno es que tienen una cámara, y cuando el policía saca el arma, se activa la cámara que graba y se conecta con el Centro de Monitoreo avisando que hay un oficial en una situación de riesgo”, relató.
Y compartió una anécdota de un oficial: “Un policía que usó la Taser me dijo: 'no sabe la alegría que tuve cuando después de inmovilizarlo, vi que estaba bien y se movía'; o sea, la tranquilidad para el oficial de haber cumplido con su tarea y que nadie esté lastimado, tiene un gran valor".
