Tras el anuncio de juicio político al titular de la Corte, Horacio Rosatti, la vicepresidenta Cristina Kirchner puso el foco en el móvil del Lawfare, que no es otra cuestión que el dinero.
"La estrategia apunta al gran y verdadero objetivo, llenar de guita los balances de las corporaciones que controlan lo que cuestan tus alimentos, tus servicios, tus medicamentos y tu alquiler", publicó CFK en su cuenta de Twitter y compartió una nota del periodista Ari Lijalad en el portal El Destape.
"Empezamos hablando el año hablando en claro", fue el anticipo de la vicepresidenta para compartir un análisis sobre el rol de la Corte Suprema.
"Lawfare, partido judicial o sencillamente mafia, el método es uno solo... Y como en toda guerra hay táctica y estrategia. La TÁCTICA: las causas armadas, las condenas y las proscripciones. La ESTRATEGIA apunta al gran y verdadero objetivo, llenar de guita los balances de las corporaciones que controlan lo que cuestan tus alimentos, tus servicios, tus medicamentos y tu alquiler", expuso Cristina Kirchne.
Y completó: "O sea…La imposición de políticas económicas y de decisiones sobre la vida cotidiana de millones de argentinos por un medio que no son los votos”.
Nota de El Destape
Bajo el título "El bosque de Rosatti, gerente de una Corte empresarial", el periodista expuso los verdaderos motivos del lawfare.
"El lawfare es económico, no judicial. Es más: el lawfare no se reduce ni por asomo a las causas armadas contra CFK u otros ex funcionarios. El lawfare significa la imposición de políticas económicas y de decisiones sobre la vida cotidiana de millones de argentinos por un medio que no son los votos. La táctica son las causas, las condenas, las proscripciones; la estrategia apunta a los balances de las corporaciones que controlan lo que cuestan los alimentos, los servicios, los medicamentos, el alquiler. En este neologismo que combina law (ley) y warfare (guerra) la que es atacada es la democracia. Que las nuevas bayonetas sean plumas en manos del Poder Judicial en cuya cúspide está Horacio Rosatti ubican al presidente de la Corte en un rol de interferencia democrática. Pero ese roble no puede tapar el bosque de intereses corporativos que tiene detrás", comienza la nota.
Acto seguido, advierte: "La Corte Suprema que hoy preside Rosatti propició el armado de causas y protegió a los jueces que se reunían con Mauricio Macri en Olivos y la Casa Rosada, a los que viajaron a Lago Escondido invitados por el Grupo Clarín, a los que se juntaban con Patricia Bullrich en el ministerio de Seguridad, a los que coordinaban con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista la persecución política y sindical, a los que filtraron escuchas ilegales a medios corporativos, y muchos etcéteras revelados en distintas investigaciones de El Destape".
"Esa misma Corte hizo la vista gorda de numerosos fallos de instancias inferiores que se involucraron en política económica (cautelares para habilitar dólares), que cercenaron derechos laborales, que rapiñaron los bolsillos de millones con cautelares que permiten el cobro astronómico de los servicios de internet, cable y celular, entre otros. No fue casual: la Corte hace rato que opera como escribanía empresarial y sus decisiones se asientan en los estados contables. Tres de sus cuatro miembros se pronunciaron este año a favor del statu quo económico. La condena contra CFK, sponsoreada por la Corte, fue para someter a millones a la miseria planificada", enumera en el artículo.