|

Chaco y después

Chaco, en quechua, remite al rodeo de una presa. La derrota de Jorge Capitanich en su provincia podría leerse como otra muestra más del asedio opositor para sitiar al peronismo.

Lunes, 18 de septiembre de 2023 a las 11 49

Sin embargo, nadie se atreve a extender el parte de defunción de dirigentes y fuerzas políticas, salvo que analice la política como si jugara al bingo en una sociedad de fomento.

Capitanich se convirtió anoche en el sexto gobernador peronista -o aliado al oficialismo- que pierde su territorio. Se sumó así a la lista de Alberto Rodríguez Saá, Sergio Uñac, Mariano Arcioni, Omar Perotti y Alicia Kirchner.

Ubicados en distintas posiciones u orbitando en diversas direcciones bajo la difusa conducción nacional del extinguido Frente de Todos, esos mandatarios podrán reconvertirse o no, transferir su gravitación distrital o no y replegarse para impulsarse por revanchas futuras o no, según el saldo electoral del 22 de octubre.

Y ahí las especulaciones tienen una amplitud insondable, que no corta siquiera por vertiente ideológica. En todos los campamentos, impera la incertidumbre.

Hay quienes, con encuestas de cualquier calibre, suponen que Javier Milei puede imponerse en primera vuelta. Hay otros que conjeturan que tanto el libertario como Patricia Bullrich y Sergio Massa están anclados en sus respectivos tercios y les cuesta pescar fuera de sus propias peceras. Y en el medio, abundan relatos sobre pataleos internos del Pro porque una parte de su partido ya armó el bolsito para fugarse hacia La Libertad Avanza, mientras en el búnker del tigrense minimizan las polémicas desatadas contra Axel Kicillof, tal vez el único gobernador oficialista que puede garantizar la competitividad del candidato presidencial de Unión por la Patria.

Desde la recuperación de la democracia, jamás se había presentado tan brumoso el horizonte electoral. El macrismo intentará anudar el próximo domingo una victoria más en Mendoza, de la mano de Alfredo Cornejo, para subirse al bondi de la remontada anímica con el triunfo de Maximiliano Pullaro en Santa Fe y el de Leandro Zdero en Chaco. También podría celebrar si ganara Omar De Marchi, que jugó inicialmente en la interna para Horacio Rodríguez Larreta pero fue más heterodoxo que su competidor radical en la jurisdicción cuyana: De Marchi habría tejido su armado con dirigentes de otras fuerzas también, incluso peronistas y libertarios.

Massa, en tanto, le pone un pleno a la agenda parlamentaria de esta semana, para obtener media sanción en la eliminación de Ganancias para los trabajadores y acorralar discursivamente a Juntos por el Cambio. La incógnita podría estar en cómo votarán ciertos sectores del radicalismo, más allá de que la conducción del interbloque definió el rechazo la semana pasada, y cómo se posicionará Milei. Si para muestra basta un botón, uno de sus asesores económicos, Darío Epstein, cruzó a Luciano Laspina por este tema, chicaneándolo por reclamar que el ministro de Economía enviara el proyecto al Congreso y rechazarlo una vez que lo giró.

Así las cosas, el panorama político parece un cambalache. La novedad quizá esté en la versión que alimentó un senador del peronismo disidente a La García. Off the record, dijo que después del 13 de agosto la vicepresidenta Cristina Kirchner empezó a llamar a todos los actores del peronismo para nutrirse de los diagnósticos de cada espacio sobre la caída en las PASO. "Ella está definiendo la estrategia", confesó. "¿A usted lo llamó?", se le preguntó al senador. "No me acuerdo", contestó, sonriendo.

Nada se acaba en la víspera.

*Por Cynthia García y Pablo Di Pierri

Últimas noticias