La renuncia de Fabián Doman a la presidencia de Independiente terminó de provocar un caos total en la institución de Avellaneda. A tan solo cinco días del clásico ante Racing, en medio de un pésimo presente futbolístico, el Rojo no solo se quedó sin presidente, sino también sin entrenador porque Pablo Repetto, el hombre que asumiría la responsabilidad del equipo tras la salida de Leandro Stillitano, dio marcha atrás en su decisión y no llegará al fútbol argentino.
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De esta manera, en medio de todos los conflictos, la institución que ahora comandará Nestor Grindetti comenzó a mover las piezas nuevamente para conseguir con urgencia al nuevo entrenador. Y las negociaciones durante el miércoles avanzaron bastante rápido. En primer lugar, miembros de la dirigencia levantaron el teléfono y llamaron a Omar De Felippe, confeso hincha del conjunto de Avellaneda, sin embargo, el rumbo cambió de manera inesperada y el Rojo volvió a comunicarse con alguien que hace poco ya había tenido charlas.
Su nombre encabezó la lista de candidatos a dirigir Independiente desde la salida de Stillitano y, aunque las negociaciones avanzaron, de un momento al otro el interés cayó por una desaprobación masiva del hincha y por no contar con el consenso necesario de toda la dirigencia del club. Ahora, ese panorama ya quedó en el pasado y tras la negatividad de Repetto, Independiente abrochó la llegada de Ricardo Zielinski, hombre de experiencia y conocimiento.
De esta manera, en una operación casi fugaz, el Ruso firmó contrato hasta junio del 2024 y se convirtió en nuevo entrenador del Rojo en medio de un contexto complicadísimo donde las papas queman y mucho. Ah, incluso, el técnico debutará nada más ni nada menos que ante Racing, en el clásico de Avellaneda que se jugará el domingo 16 en el Libertadores de América.
El viernes por la mañana Zielinski dirigirá su primera práctica junto al plantel profesional y luego será presentado de manera oficial en conferencia de prensa.
¿Cómo le fue a Ricardo Zielinski en otros clubes?
El pasado 19 de marzo, tras haber arribado a Uruguay a comienzos de noviembre, el entrenador argentino cerró su corto período al frente de Nacional. A nivel oficial disputó la final de la Supercopa, en la que perdió frente a Liverpool 1 a 0 en el Estadio Centenario. Mientras que en el Torneo Apertura solo pudo dirigir 7 partidos en los que cosechó tres victorias, tres empates y una derrota. Estando a cinco puntos del líder Peñarol y con un equipo que no convencía desde lo futbolístico, la directiva del Bolso decidió dar un golpe de timón buscando revertir el presente del vigente campeón uruguayo.
En total, el Ruso dirigió un total de 393 partidos en 18 clubes, cosechando un saldo de 155 victorias, 119 empates y 119 derrotas, es decir, un 49% de efectividad a lo largo de su carrera.
