Cuando parecía que el Mundial de Qatar 2022 no daría más sorpresas, apareció el poderoso Marruecos para volver a encender la competencia al máximo. Tras haber superado a España en los octavos de final, el conjunto africano ahora le ganó 1-0 a la selección de Portugal de Cristiano Ronaldo. El único gol del partido lo convirtió Youssef En-Nesyri, quien aprovechó un error de cálculo del arquero Diogo Costa para abrir el marcador. Luego de eso, Marruecos defendió bien esa ventaja y se metió por primera vez en las semifinales de una Copa del Mundo.
Cristiano, que empezó como suplente y un situación clara de gol, abandonó el campo de juego entre lágrimas tras concertarse su eliminación en su última participación mundialista.
Con este resultado, Marruecos se convirtió en el primer semifinalista africano en la historia de los mundiales cuando nadie lo tenía en carpeta. Claramente es el batacazo de Qatar y de eso ya no hay dudas.
Primero, en fase de grupos le ganó a Bélgica y empató con Croacia, otro semifinalista. En octavos sacó nada más ni nada menos que a España, que había arrancado la competencia goleando por 7-0. Y ahora en cuartos a Portugal, que venía de vencer 6-1 a Suiza en los octavos de final.
Además, otro dato a destacar es que, en medio de estos resultado, Marruecos no recibió ni siquiera un gol. El elenco de Walid Regragui se convirtió en la Copa del Mundo en un muro impenetrable para todos los equipos. Si bien se sabe que en esta clase de competencias es la defensa quién muchas veces te encamina al gran título, pero también es cierto que nadie creía que Marruecos terminaría siendo la selección la más sólida.
Apenas Camerú, Ghana y Senegal alguna vez habían podido llegar a cuartos de final. Ningún africano, hasta el sábado, se había metido entre los cuatro mejores del mundo. Sin grandes figuras, pero sí con jugadores de altísimo nivel, Marruecos está haciendo historia en Qatar 2022.
El gol de En-Nesyri para la histórica victoria:
Casi como un experto más de la competencia, Marruecos echó del Mundial al Portugal de Cristiano Ronaldo. Los Lusos se encontraron con un equipo muy físico, que se repliega bárbaro y que de contra hace daño a pura velocidad.
Los marroquíes se pusieron en ventaja a los 42 minutos del primer tiempo por una mala salida de Diogo Costa y un salto acrobático de En-Nesyri, quien anticipó al arquero portugués por unos cuantos centimetros para mandar la pelota directo a la red.
Recién a los 10 minutos del primer tiempo, cuando ya estaba en cancha Cristiano Ronaldo, Portugal se empezó a hacer más fuerte desde el juego aereo. Portugal empujó con presión a Marruecos contra su arco, tirando gran cantidad de centro y molestando a los centrales. Los africanos resistieron y comenzaron a apostar a golpear al rival en algún contraataque.
El arquero, conocido en estas tierra por tener como ídolo al Burrito Ortega, volvió a ser figura con una y mil voladas. Los centrales sacaron todo, Achraf Hakimi, el mismo que comparte equipo con Lionel Messi en PSG, junto con Nordin Amrabat fueron manejando los hilos del equipo, mientras los extremos Ziyech y Boufal apenas atacaban constantemente por las banda.
En el tiempo extra, Marruecos incluso sufrió la expulsión de Walid Cheddira por segunda amarilla. Sin embargo, eso no los afectó para tener la última gran jugada del partido: Zakaria Aboukhlal recibió solo, encaró derecho al arco, pero en el mano a mano con Diogo Costa le terminó alcanzando la pelota al arquero portugués. Ya sin piernas, con la ilusión de picarla por arriba, Marruecos se conformó con la victoria por la minima.
El festejo fue de locos. Todos llorando y hasta con sus familiares dentro del campo de juego. Portugal también fue un mar de lágrimas, pero de tristeza. Atacó todo el segundo tiempo y tuvo un cabezazo de Pepe dentro del área chica en el séptimo minuto de descuento, pero se le fue apenas desviado y no hubo más tiempo. Ronaldo se fue muy conmovido rumbo a vestuarios, sabiendo que tal vez jugó su último partido en un Mundial. La decepción fue total.
