Luego de 8 años de estancamiento, los países de ambos bloques vuelven a discutir acuerdos de cooperación e integración. En un contexto de extrema polarización producto de la guerra en Ucrania, la UE intenta revitalizar lazos con los países latinoamericanos y presionar por los alineamientos.
Las relaciones con China y Rusia provocan gran preocupación en el viejo continente debido a la pérdida de posiciones y la fuerte competencia por los mercados internacionales.
Se espera la firma de un documento en común que, según los reportes, se viene discutiendo hace semanas, aunque faltan algunas ratificaciones por acordar.
Guerra en Ucrania
Mientras el bloque europeo participa abiertamente del conflicto en Ucrania, con armas, financiamiento y diplomacia del lado de Kiev; América Latina ha decidido mantenerse neutral.
Si bien algunos miembros de la CELAC han condenado la invasión rusa a Ucrania, la opción del organismo sigue siendo la imparcialidad. Países como México, Colombia o Brasil se han negado a enviar armas al bando occidental en repetidas ocasiones, incluso rechazando el pedido público de EEUU.
Durante los últimos días se conocieron algunas presiones tras bambalinas por parte de ciertos gobiernos europeos para que la posición latinoamericana se incline hacia Ucrania. Sin embargo, esta parece seguir enfocada en la promoción del diálogo y la búsqueda de una propuesta de paz a través de la diplomacia.
Acuerdo UE-Mercosur y el enfoque ambiental
Como se vio en la reciente Cumbre del Mercosur, existen algunas diferencias respecto a la posición de Europa en materia de política comercial.
El presidente Lula no dudó en calificar de “inaceptable” la exigencia ambiental introducida por la UE en marzo, a la que considera como una ‘excusa’ para la aplicación de medidas proteccionistas en perjuicio de los productos agrícolas sudamericanos. No obstante, en las primeras horas del encuentro en Bélgica, Brasil ya se comprometió a intentar acercar posiciones para llegar a un acuerdo.
Por otro lado, también se espera que se discuta la preservación de los ricos biomas latinoamericanos, repletos de recursos explotables y necesarios para Europa. El combate contra la tala indiscriminada y la minería ilegal será una de las políticas comunes que se decidirá durante el encuentro.
La Comisión Europea ya anunció el envío de 43 millones de euros en ayuda humanitaria y la aprobación de un préstamo de 800 millones de euros, vía Banco Europeo de Inversiones, destinado a proyectos ambientales.
Venezuela y Cuba
Existen algunas fricciones entre la UE y la CELAC por la política de la primera hacia temas internos de países como Venezuela, Cuba y Nicaragua.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que los Estados europeos muestran una conducta “opaca” y “manipuladora” que pone “en serio riesgo” el éxito de la cumbre.
Venezuela, por su parte, rechazó las declaraciones de Josep Borrell en contra de la inhabilitación de la opositora María Corina Machado. Mientras, el gobierno de Díaz Canel condenó la denuncia del Parlamento europeo sobre presuntas violaciones de derechos humanos en Cuba.
Más allá de algunas posiciones particulares, la CELAC ha concluido apoyar las distintas instancias de diálogo entre el gobierno y la oposición de cara a las futuras presidenciales en Venezuela. Pero no es de descartar que la posición se polarice si se agrava la crisis institucional que vive el país.
En relación a Cuba, las diferentes posturas dentro órgano latinoamericano se han movido entre la condena al bloqueo unilateral que aplica EEUU sobre la isla y el rechazo hacia su forma de gobierno.