Desde el momento en que los resultados electorales de Brasil dieron como ganador a Lula da Silva, miles de manifestantes proBolsonaro salieron a las calles buscando impedir la derrota en los comicios.
Cortaron cientos de rutas y accesos clave a las capitales del país. Incluso protestaron frente a un destacamento militar de San Pablo y pidieron la intervención del Ejército para evitar la asunción del mandatario electo.
En ese contexto, sectores antifascistas de las hinchadas de Corinthians, Atlético Mineiro, Coritiba, Palmeiras y Cruzeiro corrieron a los bolsonaristas que cortaban rutas en los estados de San Pablo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Santa Catarina, según informaron medios locales.
La principal corrida la protagonizó la barrabrava de Corinthians identificada como Gavioes da Fiel, que liberó por su cuenta un puente en una importante avenida de Sao Paulo y dos piquetes de camioneros ruralistas en la ruta Dutra que une a la ciudad con Río.
La propia hinchada compartió las imágenes en sus redes sociales mientras copaban el puente. El intercambio con los piqueteros tuvo lugar en medio de un viaje para el partido frente al Flamengo por el campeonato brasileño.
Los hinchas del Timao quitaron las banderas que pedían un golpe de Estado contra la elección de Lula y se instalaron en la plataforma al grito de “aquí es democracia”, en referencia al movimiento de lucha contra la dictadura de 1982.
Moura, vicepresidente de Brasil, le pidió al bolsonarismo "dejar de llorar y aceptar la derrota"
Luego de la derrota electoral que sufrió el domingo pasado el presidente brasilero, Jair Bolsonaro, tanto él como sus seguidores se mostraron reacios a aceptar el resultado. El mandatario tardó mucho tiempo en hablar, tras el resultado del ballotage y cuando lo hizo, en ningún momento felicitó a su adversario Luis Ignacio "Lula" Da Silva.
En este marco fue que las declaraciones del vice de Bolsonaro, Hamilton Mourao, sorprendieron a más de uno cuando pidió a los seguidores del líder de la derecha brasilera "dejar de llorar y aceptar" la derrota "sin fraude".
Mourao declaró que el tiempo de objetar a Lula no es ahora tras el resultado electoral, sino que el oficialismo no tendría que haber aceptado su candidatura tras haber estado detenido por varios meses.
"Nosotros estuvimos de acuerdo en participar de un partido en el que otro jugador, Lula, no debería estar jugando. Pero si acordamos, no podemos quejarnos. Hay que parar de llorar y aceptar que perdimos el partido", aseguró el vicepresidente brasileño, quien ahora resultó electo senador.