El navío habría accedido a la base militar que Estados Unidos mantiene en la isla. Según reza el comunicado, la permanencia de este enclave “solo responde al objetivo político de tratar de ultrajar los derechos soberanos de Cuba”.
Los propósitos de esta acción son desconocidos por el gobierno cubano, quien “se ve obligado a cuestionar la razón militar” de la misma, “contra qué objetivo se dirige y qué propósito estratégico persigue”, agregando además, que se trata un hecho ocurrido dentro de una región pacífica.
La Cancillería dirigida por Bruno Rodríguez advirtió sobre “sobre el peligro que entraña la circulación de submarinos nucleares de las fuerzas armadas de EEUU por el Caribe” y reiteró la demanda histórica de devolución de los territorios que considera ocupados.
EEUU mantiene una base naval en la provincia cubana de Guantánamo desde 1903, cuando ambas partes firmaron el Tratado de Arriendo de Bases Navales y Carboneras. La Habana denuncia que el mismo se suscribió bajo amenaza de continuidad de ocupación por parte de Washington, por ende lo considera ilegal y exige la restitución del territorio.
Además, desde 2002, Cuba denuncia el establecimiento de la infame ‘cárcel de Guantánamo’, ubicada en el Sector Este de la Base Naval. Este penal fue construido con el objetivo de alojar a los presos de la “Guerra Global contra el Terrorismo” inaugurada por George Bush Jr. y aún continúa en funcionamiento. Se hizo conocido debido a los probados tratos inhumanos que se les practicaron a los cautivos.
Finalmente, el comunicado recuerda que EEUU “ha establecido más de 70 bases militares en la región (...) más otras formas operacionales de presencia militar, agregando que los altos mandos de Defensa “han hecho referencia pública en tiempos recientes a la intención de usar su poderío bélico para asegurar las ambiciones estadounidenses sobre los recursos naturales de América Latina y el Caribe”.