Durante este jueves 1 de septiembre del 2022, Argentina vivió uno de los episodios más violentos de su historia. Mientras la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner estaba llegando a su casa en el barrio porteño de Recoleta, un individuo se acercó e intentó un magnicidio. Gatillando directo un arma de fuego contra la cara de la dirigente del Frente de Todos, el ataque falló casi instantáneamente. Afortunadamente, la bala no salió y el agresor, fue detenido e identificado. La situación sorprendió y conmovió a todos los argentinos que aún no pueden terminar de entender lo sucedido. En esta nota, repasaremos dos intentos de asesinato que sufrió Juan Domingo Perón y que son antecedentes directos de posibles magnicidios contra un líder de nuestro país.
Atentado en Plaza de Mayo 1953
Durante el 15 de abril de 1953, la Confederación General del Trabajo (CGT) realizó un acto en la Plaza de Mayo. Ese día, el entonces presidente Juan Domingo Perón se iba a dirigir hacia todos los seguidores desde la Casa Rosada. Sin embargo, se escucharon explosiones por la zona y en el subte de la línea A. Inmediatamente se supo que se trataba de un atentado contra las personas presentes y la figura presidencial del momento.
Posteriormente se supo que este fue perpetrado por un grupo de antiperonistas y radicales que estaban claramente en contra de Perón. Incluso habían colocado bombas en la azotea del Banco de la Nación para que rompiera la estructura y los pedazos de edificio caigan sobre los manifestantes. Afortunadamente, estas últimas no detonaron y no generaron ningún herido. No obstante, las explosiones en el subte se cobraron la vida de seis personas y dejaron otras 90 heridas.
El historiador Félix Luna informó en un libro que Roque Carranza, Carlos Alberto González Dogliotti, y los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse fueron los perpetradores del atentado. Ellos habrían estado "apoyados" por el capitán Eduardo Thölke, quien les suministró las bombas. Años después, Carranza fue Ministro de Obras y de Servicios Públicos durante la gestión de Raúl Alfonsín. Las victimas fatales del atentado fueron: Santa Festigiata D’Amico, Mario Pérez, León David Roumeaux, Osvaldo Mouché, Salvador Manes y José Ignacio Couta. Otras 19 personas terminaron mutiladas.
Bombardeo a Plaza de Mayo
Tan solo dos años después del ataque al subte, ocurrió el intento de golpe de estado del 16 de junio de 1955. Militares y civiles opositores intentaron dar un golpe institucional al querer asesinar a Juan Domingo Perón. El plan: bombardear Plaza de Mayo y Casa Rosada. Durante ese día, entre las 12:40 y 17:20 horas, aviones efectuaron un fuerte ataque contra las mencionadas locaciones y contra el edificio de la CGT. Estas aeronaves eran pertenecientes a la Armada Argentina. Bombardearon y ametrallaron los edificios, civiles y la zona céntrica con el fin de acabar con la vida de Perón. No cumplieron con el objetivo de matar al presidente debido a que este fue advertido del atentado y se retiró de la Casa Rosada, directo hacia el Ministerio de Ejército, que se encuentra a 200 metros. Sin embargo, se cobró la vida de más de 300 personas (308 más precisamente) y dejaron 800 heridos.
Este ataque finalizó con el derrocamiento de Perón, que tratando de evitar que siguieran los muertos, pronunció un renunciamiento y se vio obligado a exiliarse a otro país. Lo que generó la asunción de la dictadura de la Revolución Libertadora.
