De acuerdo al Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) durante el mes de abril, el consumo en los restaurantes del país sufrió una abrupta caída interanual del 4,5%. El sector gastronómico, es uno de los más afectados por la crisis y la pérdida del poder adquisitivo y, según datos no oficiales, varios locales cerraron sus puertas en medio de una recesión en las ventas que sitúan entre un 25 y 30 por ciento.
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A esta delicada situación, se le suma una fuerte caída generalizada del consumo en casi todos los sectores de la actividad económica. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), confirmó una caída superior a los ocho puntos porcentuales (8,4%) en abril, comparado con el mismo periodo del 2023.
Además, según un estudio realizado entre el 17 y 19 de mayo 2024, por la consultora Zurban Córdoba y Asociados, mostró que el 65% de la población está en desacuerdo con la teoría del Gobierno que “los salarios empezaron a ganarle a la inflación” y otro 74% opina que el ajuste "lo estamos pagando todos". Este relevamiento, confirmó que el 41% de los consultados dice que llega a fin de mes con lo justo, mientras que otro 41% aseguró que no llega a fin de mes.
En paralelo a la profunda caída del consumo, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), reveló que en el primer trimestre del 2024 la caída de la actividad económica fue del 5,3%. Esta perdida del poder adquisitivo, evidenció que los argentinos prioricen los gastos indispensables y gustos como salir a comer a fuera, queden relegados.
Otro indicador del recorte que efectivizan las familias es el dato negativo del índice de ventas minoristas que confeccionó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), quien informó una caída del 22,1% en lo que va del año.
Asimismo, en la Ciudad de Buenos Aires, un informe de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (DGESYC), precisó que los ngresos de las familias porteñas cayeron 67 puntos frente a la inflación en el primer trimestre del año.
De acuerdo al informe, el ingreso total familiar promedio alcanzó los $843.445 en los primeros tres meses del año, un incremento interanual del 196,8%. Sin embargo, el Índice de Precios al Consumidor (IPCBA) subió 263,8% en ese mismo periodo.
Los alimentos subieron un 4,8% y la canasta básica menos del 3% en mayo; se necesitan $850.000 para no caer en la pobreza
En mayo, la inflación en alimentos alcanzó un 4,8%, acumulando una suba del 65,6% en los primeros cinco meses del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicados este jueves. Este aumento supera al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que fue del 4,2% en el mismo período.
El encarecimiento de los alimentos impacta fuertemente en los sectores más vulnerables, que dedican la mayor parte de sus ingresos a la compra de productos básicos. De acuerdo con el informe del INDEC, los productos que experimentaron los mayores aumentos en mayo fueron lechuga, tomate, queso y manteca.
En la comparación interanual, el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas registró un aumento del 289,4% en mayo, en relación con el mismo mes de 2024. Este sector se posicionó detrás de Comunicación (375,7%), Bienes y servicios varios (348,2%), Transporte (309,5%) y Salud (307,3%) en términos de incremento de precios.
Según datos recientes del INDEC, una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitó contar con ingresos superiores a los $851.351 mensuales para evitar caer por debajo de la línea de pobreza durante el quinto mes del año.
El índice de precios al consumidor (IPC) del INDEC aumentó un 4,2% en mayo, siendo el segundo mes consecutivo en que la CBT registró un incremento inferior al IPC. En contraste, en abril la canasta había mostrado un aumento del 7,7%, frente a una inflación del 8,8%.
En lo que va del año, el costo de la CBT aumentó un 71,7%, cifra similar al 71,9% registrado por el IPC desde enero. Paralelamente, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), utilizada como umbral para la línea de indigencia, aumentó un 3,7%, requiriendo que una familia "tipo" dispusiera de al menos $125.235 para no caer en la indigencia.