En las últimas horas, el Gobierno porteño difundió los datos de la línea de pobreza en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para el cuarto mes del año. Según informó la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC), en el mes de abril para no ser pobre una familia de 4 integrantes y propietaria de la vivienda precisó tener ingresos por más de $825.809.
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El número, altamente influenciado por la desaceleración de los precios en el rubro alimentos y los aumentos aplicados sobre las tarifas y los servicios, implicó una suba del 7,8% respecto al mes de marzo de 2024. Asimismo, estableció que una familia tipo, que no alquila, debió haber tenido en este periodo ingresos superiores a los $ 1.264.440,85 para ser considerada de clase media. En el caso de aquellos que afrontan gastos de alquiler, los ingresos debieron superar los 1.500.000 de pesos mensuales.
La estimación realizada por el organismo porteño, corresponde a los gastos imprescindibles tales como alimentación, vivienda, educación y servicios. El calculo es realizado sobre familias denominadas "tipo", es decir compuestas por una pareja mujer y varón de 35 años de edad, ambos económicamente activos y propietarios de la vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años.
De esta manera, una familia tipo con ingresos mensuales inferiores a los $467.177 esta considerada por debajo de la "Línea de indigencia". En marzo, fue de $442.239 y en el cuarto mes del 2023 era de 119.742 pesos, una variación de 290,2% interanual. Vale destacar que la canasta básica alimentaria duplica el monto del salario mínimo, vital y móvil, que fue fijado en $234.315 a partir de este mes.
En abril, según los datos aportados, una familia porteña necesitó ingresos superiores los 1.250.000 pesos mensuales para ser considerada de clase media, sin incluir el alquiler. En caso de alquilar, esa misma familia debe tener ingresos que superen los $1.5 millones al mes.
De esta manera se registró un evidente aumento en el costo de vida en comparación con el año anterior. La línea de pobreza se disparó un 295.9%, pasando de $208,569 a $825,809. Esto representa un aumento superior a la inflación promedio interanual, que fue del 292.5%. La inflación ha golpeado con mayor fuerza a las familias de menores recursos.
En este contexto, la canasta básica de la clase media aumentó más que la de la indigencia y la pobreza debido a la desaceleración de los precios de los alimentos y la aceleración de las tarifas y servicios.