Arranco oficialmente Gran Hermano 2024. Luego de la primera gala de presentación, los participantes ya se encuentran aislados y conviviendo en la casa más famosa del país, la cual será testigo de amores, odios, peleas y encuentros.
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La primera noche no fue precisamente tranquila para los jugadores, más bien, todo lo contrario. Sucede que, Petrona Jerez, la tucumana que causó furor con su ingreso, confesó su condición de sonámbula.
"Soy sonámbula, me quedé dormida en el sillón, me desperté en el baño", contó en su video de presentación. Sin embargo, nadie se imaginaba que la primera noche iba a ser tan caótica para el resto de los compañeros.
Desde el inicio, la mujer optó por la cama más retirada del cuarto, casi como un intento premonitorio de evitar incidentes. Sin embargo, el primer conflicto de la convivencia no fue su sonambulismo, sino sus ronquidos, que irrumpieron en el silencio nocturno como un tamborileo constante.
En un intento por hallar alivio, Delfina y Martina acudieron al confesionario para pedir tapones para los oídos. Pero Gran Hermano rechazó la solicitud. “Nos tenemos que acostumbrar”, fue el dictamen implícito. Y así fue como la noche avanzó, aunque varios participantes no pudieron consolidar un sueño profundo.
A horas de la madrugada todo empeoró. Entre el sueño y la vigilia, Petrona se levantó y comenzó a golpear las puertas del armario. El sonido seco y repetitivo rompió el sueño de sus compañeras, quienes, entre sobresaltos y gritos, huyeron del cuarto por miedo. “¡Es sonámbula!”, vociferaron mientras abandonaban la habitación.
Por la mañana, totalmente desentendida de lo que había sucedido a la noche, le preguntó a sus compañeras si habían dormido bien. “Hubo ronquidos”, le contestaron. La tucumana, con una mezcla de resignación y pesar, se disculpó.
El punto de quiebre llegó cuando las mujeres de la casa se reunieron en la habitación para hablar al respecto. Chiara Mancuso, en un intento por mediar, habló con firmeza pero sin perder la empatía: “Hay una realidad. Si ella ronca o es sonámbula, igual estamos conviviendo y nos vamos a tener que acostumbrar. Probemos hoy, quizás el cansancio nos haga dormir mejor”. Ese gesto conciliador fue suficiente para que la participante tucumana rompiera en llanto.
Sentada en una de las camas, Petrona no pudo aguantar las lágrimas de angustia mientras una de las participantes la abrazaba. Con tono maternal, exclamó: “Nooooo, Petro, no llores”. Otra añadió: “No lo hacés a propósito”, mientras que una tercera intentó inyectar humor: “Petro, sos meme seguramente en todos lados”.
En ese instante, las chicas dejaron sus diferencias de lado y se unieron en abrazos y sonrisas forzadas. Está claro que, la condición de Petrona será un punto clave en la convivencia de los participantes.