Después de meses de competencia, este miércoles, se conoció al primer finalista de Gran Hermano 2024 (Telefe). Tras la nominación de Bautista, que atendió el teléfono rojo y quedó sentenciado, las posibilidades solo se reducían a Nicolás, Darío y Emmanuel. Para llegar a la última instancia, los jugadores deberían afrontar una serie de preguntas y luego un memotest gigante.
“En la primera instancia hay preguntas y respuestas. Son todas con respecto a esta temporada o que linquea con Gran Hermano. No son provincias, historia ni nada de eso. Son preguntas que conocen, que las han vivido o que las tienen muy cercanas. Por otro lado, la segunda instancia, de los dos que clasifiquen, vamos al juego de la memoria", explicó Santiago del Moro.
Según anunció el conductor días atrás, la ansiada final comenzará el próximo 7 de julio y terminará el lunes 8, buscando mantener la incertidumbre y la expectativa de los fanáticos durante varias horas.
"Uno de ustedes esta noche se convierte en el primer finalista", adelantó Del Moro, trasladando toda la presión a los participantes.
Con los tres jugadores en el atril, Darío fue el jugador que menos respuestas correctas tuvo y le allanó el camino a Emmanuel y Nicolás, que lograron clasificarse a la siguiente instnacia de la competencia.
Así las cosas, el joven de Ramos Mejía y el peluquero intentaron formar la palabra “finalista” al levantar unos bloques boca abajo. Después de varios minutos en los que Emmanuel no logró encontrar ni una sola letra y Nicolás ganó la competencia.
“Nicolás, el primer finalista de esta temporada. Emma da vuelta todos los carteles porque quiero dar vuelta donde están tus carteles. Den vuelta todo para que vean que estaba la palabra, para evitar todo tipo de teorías conspirativas. Que locura”, comentó el conductor, sorprendido por el resultado.
En la gala de este último lunes, Santiago del Moro sorprendió al anunciar que el teléfono rojo de Gran Hermano sonaría por última vez y Bautista Mascia fue el primero en contestarlo. La cara de incredulidad del participante era indisimulable, en tanto que sus compañeros de convivencia también se mostraron perplejos.
Fue entonces que Del Moro explicó: “Bauti, atendiste el teléfono rojo, escuchame. Quien atienda el teléfono rojo, ese que sonó recién, va directamente a placa el domingo. Estás en placa, no vas a participar el miércoles -día de la prueba del líder-, salvo que quieras cederle tu lugar a alguien. Es decir, ¿vas vos o mandás a alguien? Lo podés mandar a Nico, a Emma o a Darío a placa, ¿qué vas a hacer?”. La respuesta no tardó en llegar: “Voy yo a placa”, haciéndose responsable de la sentencia que el teléfono rojo iba a aplicar.