En las últimas horas, la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, capturó a un pastor evangélico acusado de abusar sexualmente de al menos siete mujeres, todas ellas en situación de vulnerabilidad. Según trascendió, los casos comenzaron hace al menos dos años y las víctimas eran engañadas a través de un "ritual para la liberación".
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El imputado, identificado como Rodrigo Herrera, dirigía una congregación de fieles que asistían a la iglesia "Visión de Águila", ubicada en la localidad bonaerense de Virreyes. Resulto detenido a raíz de una denuncia que realizó una de sus víctimas. La primera demanda en su contra se registró hace dos meses, luego otras víctimas se animaron a hablar y contaron sobre los abusos, que habrían comenzado en 2021.
El pastor cometía sus delitos en el marco de un ritual que llevaba a cabo en el templo, el cual tenía el supuesto objetivo de conseguir la liberación de las almas de sus fieles. Las denunciantes que brindaron su testimonio, tienen entre 20 y 40 años. La orden para proceder a su detención, la libró el fiscal Jorge Nocetti, de la UFI N°14 de San Fernando.
Según trascendió, el abusador aprovechaba de su relación de confianza con su congregación, generada principalmente a partir de su vínculo religioso. El hombre, realizaba un "ritual para liberar las almas" y luego invitaba a la mujeres a pasar a otro ambiente de la iglesia con el objetivo de tener una charla más íntima sobre lo sucedido.
El pastor les daba una devolución sobre lo que había sentido puntualmente con ellas. A través de un mecanismo de engaño les decía a sus víctimas, en general mujeres en condición de extrema vulnerabilidad, que notaba que atravesaban en una situación más compleja que el resto de los fieles y que, para una salvación total, debía hacerles un ritual privado.
Allí procedía a tocar sus partes íntimas justificando la acción a su ritual de sanación. Pero la primera denuncia llegó luego que que una de sus fieles lo contacte por sus servicios de liberación y Herrera aprovechó la ocasión para llevarla a un hotel alojamiento y violarla.
El hombre enfrenta la acusación por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en tentativa, abuso sexual gravemente ultrajante, abuso sexual simple y abuso sexual agravado por ser ministro de culto, todos en concurso real.
En tanto, dejó de prestar servicios en la mencionada Iglesia Evangélica luego de que se conociera el primero de los casos que dio inicio a la investigación.
