El crimen de Fernando Báez Sosa conmovió a toda la sociedad. El hecho tuvo lugar el 18 de enero del 2020 en Villa Gesell, cuando una patota de rugbiers lo asesinó a golpes a la salida de un boliche. Esta semana, más precisamente el 2 de enero, se dió comienzo al juicio para determinar la condena de los 8 imputados por las agresiones sucedidas en esa misma noche.
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Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi son los nombres de los imputados acusados de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. También, los jóvenes se encuentran imputados por "lesiones graves" y se prevé que la condena será perpetua.
Lunes 2 de enero, día del comienzo del juicio
Apenas se dio por comenzado el proceso de juzgamiento, lo primero que hizo la defensa de los rugbiers fue pedir la nulidad del proceso por supuestas irregularidades, lo que fue rechazo de forma unánime por el tribunal.
Pasadas las 14 horas, la madre de Fernando Báez Sosa fue llamada a declarar como testigo en el juicio. La mujer entró sola y evitó cruzar miradas con los acusados y, por la disposición de la sala, declaro de espalda a los ocho juzgados por el asesinato de su hijo. Gabriela Sosa fue la primera persona en exponer ante los jueces quien horas antes afirmó estar viviendo "un verdadero calvario".
Tiempo más tarde, le tocó a Silvino, que con una frase conmovió a todos los que presenciaron su declaración ante el tribunal. "Señores jueces: están escuchando a un padre que perdió todo, todo. Las ganas de vivir y también de luchar", dijo con una clara emoción y lágrimas en los ojos. Y agregó: "Un padre que perdió lo mejor de todo, el abrazo de un hijo".
Martes 3 de enero
En el segundo día, fue el turno de prestar declaración a los diez amigos que viajaron con él a la localidad de Villa Gesell y que estuvieron al momento en el que se produjo el deceso. Cinco de ellos también fueron víctimas de las agresiones por parte de los acusados. También se esperaba la declaración de Julieta Rossi, novia de Fernando, pero no pudo porque no se encontraba en condiciones de declarar frente a los jueces.
“Fue un ataque feroz y sin piedad” afirmaron. “A ver si seguís pegando, negro de mierda” fue una de las frases que los amigos de Fernando afirmaron que dijeron los rugbiers en el momento del ataque.
Miércoles 4 de enero
En el tercer día de juicio, fue el turno de policías, empleados de Le Brique y Pablo Ventura, el falso acusado por Máximo Thomsen, uno de los imputados por el crimen. Pablo, previo a prestar declaración habló con medios de comunicación y afirmó: "No me sorprendió nada lo que hicieron porque ya tuvieron peleas". En cuanto a la acusación respondió: "Hasta el día de hoy no sé por qué me acusaron".
El joven comentó en los tribunales de dolores que la falsa acusasión "hizo un daño muy grande a la familia". En cuanto al Jefe de Seguridad de Le Brique, Alejandro Muñoz, dijo que "en veinte años de laburo nunca vi nada igual".
Jueves 5 de enero
En el cuarto día de juicio, fue el turno de una persona que asistió al joven ni bien fue atacado, a policías del lugar y más testigos frente a los tribunales de la localidad de Dolores.
Los primeros en declarar fueron los 4 efectivos policiales que se encontraban en Villa Gesell en marco del Operativo Sol que se realiza todos los veranos en la costa Bonaerense. Ellos fueron los que arribaron al lugar minutos después de que Fernando hubiera sido atacado por los rugbiers.
En una segunda instancia, prestó declaración frente al Tribunal Oral en lo Criminal de Dolores una joven que se encontraba vacacionando en la localidad balnearia y le practicó reanimación y primeros auxilios a Báez Sosa minutos después de haber sido violentado. También, expusieron tres personas que fueron testigos de la situación.
"Si alguien no tiene consciencia y no respira, hay que hacerle RCP", contó Virginia Pérez Antonelli de 20 años, que comentó haber hecho el curso de RCP e intentó salvarle la vida a Fernando. "Yo le sostenía la cabeza a Fernando, le hablaba, le pedía que se quedara conmigo".
Viernes 6 de Enero
Quinta jornada para el juicio, en esta ocasión declararon doce testigos. Entre ellos había agentes de seguridad, peritos y personas que participaron del allanamiento y la detención de los 8 imputados.
Entre ellos se encontraba Julia Semsey, la dueña que alquiló su casa de veraneo a los rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa, que se encuentra a tan sólo 300 metros del boliche Le Brique, lugar donde ocurrió el ataque. También declaró Andrea Fabiana Ranno, que según el expediente de la causa fue la que “avistó la fuga de los acusados y dio aviso a personal policial”.
"Estaban orgullosos" y "festejaban porque todos se atribuían algo" comentó Andrea Fabiana Ranno, empleada del Hotel "Inti Huasi" ubicado en El Bosque de Villa Gesell. "Ellos pasaron frente al hotel y los escuché hablar de una pelea y que festejaban la situación, pero primero vi cómo uno de ellos salió corriendo y estaba como sacado".
¿Cómo continuará el juicio?
Se espera que en el Tribunal Oral en lo Criminal de Dolores declaren más de 100 testigos del brutal asesinato a Fernándo Báez Sosa. En tanto, los padres de la víctima, declararon que no saben si podrán estar presentes en todas las jornadas para poder preservar la salud de ambos.
