El "acuerdo parcial" entre la Unión Tranviaria Automotor, el gobierno nacional y las cámaras empresarias, no fue bien recibido por algunos choferes de colectivos que esta mañana se concentraron frente a la sede del gremio en el barrio de Once, donde se vivieron momentos de máxima tensión tras un enfrentamiento con la Policía de la Ciudad, que reprimió con gas lacrimógeno.
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"Estábamos protestando pacíficamente sobre la vereda", indicó uno de los conductores que sufrió el avance de los uniformados que responden al Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. "Estábamos a punto de volver a nuestros puestos de trabajo y nos pegaron, no podemos salir", comentaron frente a las cámaras de los medios que se encontraban cubriendo el reclamo.
En el marco de la discusión salarial que la Unión Tranviaria Automotor (UTA), viene desarrollando hace días y por las que ya realizó un paro de 24 horas que afectó el servicio de la casi todas la líneas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), algunos integrantes de la rama interna del sindicato, se congregaron este viernes para manifestar su descontento con el último acuerdo firmado.
En este sentido, y tras los incidentes que se registraron esta mañana en las afueras de la sede gremial, los conductores aseguraron que la intención nunca fue tomar el edificio ni hacer una medida de política gremial, sino que se trató de una manifestación pacifica para expresar su descontento por la cuestión salarial.
"Somos todos laburantes, vinieron directamente a reprimir. Vinimos pacíficamente, estuvimos en la vereda", aseguró uno de los trabajadores que sufrió la violencia de las fuerzas policiales porteñas.
Tras el accionar del amplio operativo policial, la concentración de los trabajadores se pertenecientes a la Agrupación Bordó que integra la UTA, se trasladó a la Plaza Miserere y minutos después se dispersaron.
Además de rechazar el acuerdo paritario que firmó el titular del sindico, Roberto Fernández, los conductores reclaman que aún les adeudan dinero y no reciben una respuesta concreta por parte de las autoridades del sindicato. "Nos adeudan plata, por eso vinimos. Hasta ahora no salió nadie a hablar nadie con nosotros", afirmó otro de los choferes presentes.
En concreto, el reclamo de esta mañana responde al rechazo al acuerdo firmando por la UTA con las cámaras empresarias y la Secretaría de Trabajo en el que se estableció un pago no remunerativo $500.000 dividido en dos cuotas consecutivas.
“Lo repudiamos totalmente. Este acuerdo va en contra de los trabajadores”, dijo uno de los choferes de la línea La Perlita, con los ojos irritados por el gas pimienta. "no están respetando que los choferes tengamos un sueldo digno", aseguran los conductores.
La UTA acordó un pago no remunerativo $500.000 en dos cuotas
Tras la reunión que se llevó adelante el pasado miércoles, donde se retomaron las negociaciones salariales entre el Gobierno nacional, las empresas y los gremios, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó que llegaron a un acuerdo y finalmente suspendió el paro que tenían previsto para el jueves.
Tras el encuentro, que duró algo más de cinco horas, desde el sindicato publicaron un comunicado en el que informaron algunos detalles del acuerdo alcanzado entre las partes. Según la UTA, se trata de una suma fija de $500.000 pagaderas en dos cuotas iguales y consecutivas de $250.000. Las mismas, tienen como fecha de pago el 15 de mayo y el 14 de junio.
"En el día de la fecha hemos llegado a un acuerdo parcial con las Cámaras Empresarias. Que consiste en una suma fija no remunerativa de $500 mil pagaderas en dos cuotas iguales y consecutivas de $250.000 con fecha de pago 15 de mayo y 14 de junio", precisó el sindicato.
En esa línea, destacaron: "Sabemos que no podemos resignar nuestro salario, por eso continuamos con la discusión y necesitamos el apoyo de todos ustedes para continuar peleando por el sustento de nuestra familias".
Finalmente, remarcaron que "la discusión salarial continúa abierta, los estaremos informando de los avances de la misma".
Ante este panorama, los choferes advirtieron que seguirán manifestando hasta lograr un acuerdo favorable. "Sentimos mucha presión y estamos en peligro cuando salimos a la calle. Encima nos obligan a quedarnos callados", aseguran.
