Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Oxford determinó que una segunda dosis tardía de la vacuna contra el coronavirus aumenta la respuesta inmune al virus SARS-CoV-2 y que, en un hipotético caso, la tercera aplicación continúa reforzando la cantidad de anticuerpos.
El estudio determina que prolongar el tiempo de inoculación entre la primera y la segunda dosis no pone en riesgo la inmunidad que se generá al completar el esquema de vacunación. Los experimentos se realizaron con hasta 45 meses de demora entre una y la otra.
Ante la ya conocida escasez de suministro de la vacuna contra el coronavirus por parte de los países productores, esta noticia podría beneficiar a prácticamente todos los países del mundo. Una tercera dosis de refuerzo comienza a aparecer como la idea central recomendada por los laboratorios.
Los estudios están basados en la vacuna de Oxford-AstraZeneca, una de las que actualmente se aplica en nuestro país y que se desarrolla en conjunto entre Argentina y México.