Este martes falleció una enfermera que Larreta obligó a trabajar a pesar de no estar vacunada, tras estar 48 horas intentando conseguir una cama de terapia intensiva. Se desempeñaba en el Hospital José María Penna y tenía una enfermedad de riesgo que no le permitía vacunarse, sin embargo, el Gobierno porteño determinó que debía presentarte a trabajar en el sanatorio.
Gilda Zurita, de 52 años, no concurría a trabajar debido a sus patologías prexistentes, pero en los últimos días Horacio Rodríguez Larreta intimó a todo el personal de salud a presentarse de forma presencial, entre ellos los que eran factor de riesgo. Esta medida fue crucial para la enfermera, que se contagió de covid, no pudo conseguir cama y murió.
Sus últimas horas las paso en el sanatorio Julio Méndez, que pertenece a la obra social de los empleados municipales de la Ciudad de Buenos Aires, luego de más de dos días sentada en una silla de ruedas mientras buscaban un lugar para internarla.
"En el Muñiz le habían conseguido una cama, pero no había personal para que manejara el instrumental. Esta es una situación de desidia y maltrato terribles. Tratamos incluso de encontrar una cama en nuestro propio hospital y no encontramos”, declaró Mabel, enfermera del Hospital Penna y compañera de Gilda.
Producto de estas mismas enfermedades que tenía Zurita, su médico de cabecera le había recomendado no aplicarse ninguna de las vacunas contra el coronavirus, ya que estas podían producirle efectos secundarios graves para su salud.
