El doctor Carlo Mosca, era director general del servicio de Urgencias del Hospital Montichiari, en Lombardía, Italia, está investigado hace dos meses por la justicia, por suministrar sustancias letales a pacientes afectados por el coronavirus para "liberar camas".
Todo comenzó en marzo del 2020, cuando Italia estaba en el centro de la escena, al convertirse en uno de los epicentros de la pandemia, con fuerte saturación de camas de terapia intensiva. En ese momento fue que el doctor Mosca habría comenzado su tarea de suministrar fármacos con efecto bloqueador neuromuscular, a personas que ingresaron en su centro hospitalario infectados con el coronavirus.
Las dos víctimas por el momento "probables" son dos: un hombre de 61 años llamado Natale Bassi y otro de 80 años llamado Angelo Paletti. Sin embargo, hay sospechas de que sean muchos más, ya que la investigación se inició por muertes repentinas en las salas de urgencias.
Las investigaciones posteriores revelaron que en fallecidos de ese hospital la presencia de un fármaco anestésico y de un relajante muscular comúnmente utilizado en la intubación y sedación del paciente que, si se emplea fuera de procedimientos y dosis específicas, puede determinar su muerte.
Según la hipótesis de la fiscalía actuante, Mosca actuaba no sólo para liberar camas, sino también para liberar "recursos humanos, físicos y emocionales, de los médicos, enfermeros y operadores de sala de los servicios de urgencias".
Si bien el médico que se encuentra detenido, negó rotundamente las acusaciones, hace poco tiempo se filtraron unos chats de Whatsapp, en donde una enfermera afirma: "No voy a matar a pacientes sólo porque él quiera liberar algunas camas"