Con las festividades de fin de año llegan los brindis y los controles de alcoholemia en distintos puntos de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires.
Días atrás, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció una "fuerte inversión" en balanzas dinámicas y alcoholímetros para los operativos de control de alcoholemia y cuidar a los bonaerenses.
Cabe destacar que en Argentina, desde mayo de 2023, está vigente la Ley 27.714 de Alcohol Cero al volante a nivel nacional por lo que está prohibido conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre.
La ley fue sancionada con la finalidad de "reducir la cantidad de fallecidos y heridos en siniestros viales provocados por la ingesta de alcohol", informa la página oficial del Gobierno argentino. Si tomás, no conduzcas.
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¿Cómo es el control de alcoholemia?
Una vez que el vehículo es detenido por la policía, se procede a verificar la documentación del mismo y de quien maneja (licencia de conducir, cédula verde, seguro), luego se le realizará un examen de alcoholemia con equipo tipo alómetro al conductor para determinar si hay presencia de alcohol. Una vez realizado, si el resultado es positivo, se le realizará el test con alcoholímetro para determinar el porcentaje de alcohol en sangre.
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¿De cuánto son las multas en caso de que el test de alcoholemia sea positivo?
En la provincia de Buenos Aires, la multa por conducir con exceso de alcohol en sangre o por manejar bajo el consumo de estupefacientes va desde los $267.200 hasta $1.336.000. Además, el conductor será inhabilitado a conducir por un periodo de entre tres y 18 meses.
En la Ciudad de Buenos Aires, las multas van desde los $94.530 hasta los $1.260.400 o 1 a 10 días de arresto. Además, el conductor será inhabilitado a conducir por un periodo de entre dos y 24 meses.
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¿Qué pasa cuando bebés alcohol y conducís?
La página oficial del Gobierno argentino explica que al beber y conducir:
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Se reduce tu visión periférica y puede causar visión doble, lo cual dificulta tu capacidad de discernir lo que sucede a tu alrededor y disminuye tu habilidad para calcular distancias.
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Te genera un falso estado de euforia, seguridad y confianza en vos mismo: sensación de desprecio por el peligro y tendencia a transgredir las normas, por ejemplo el NO uso del cinturón de seguridad o el casco.
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Disminuye tu coordinación y tu atención: aumenta el tiempo en que tardás en tomar decisiones ante un evento/situación.
Por eso es fundamental recordar que si tomás, no conduzcas.
