Mientras la justicia busca avanzar en la causa de los autores del hackeo al teléfono celular del ex ministro de seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro, uno de los imputados confesó ante la fiscal Dupuy que un desconocido lo contacto por Telegram para rastrear supuestas infidelidades de del ex Funcionario.
Se trata de Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro, de 22 años, que fue indagado en las últimas horas por Daniela Dupuy, fiscal especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas, y por la Jueza Araceli Martinez del juzgado Penal, Contravencional y de faltas n.º 29 de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El joven confesó que le pagaban entre 12.000 y 15.000 pesos por cada hackeo y que la persona que le encargó el trabajo es un individuo al que no conoce, que lo contactó por el sistema de chats Telegram y que le pagó con criptomonedas para investigar al ex funcionario porteño.
El oriundo de El Dorado, Misiones, admitió que realizaba este tipo de trabajos que redondeaban unos ingresos de 60.000 pesos mensuales.
Además, confesó ser el único responsable del hecho del que ni sus padres estarían al tanto de lo sucedido. Cabe aclarar que entre los cuatro sospechosos restantes se encuentran: Antonio Aquino, Julio escobar, Cecilia Mercado y Elías Nuñes Pinheiro, su padre.
Aún resta comprobar si los restantes acusados estaban al tanto de la situación, ya que la confesión de Elías Nuñes hijo, los coloca muy cerca de salir de la mira de la Justicia.
Desde el inicio de la investigación, la fiscal macrista Daniela Dupuy y los medios alineados con la oposición tratan de echarle la culpa al gobierno y al peronismo, aunque parece no ser así. Por ejemplo, afirman que para realizar la maniobra se utilizó un usuario de la jefatura de Gabinete de la Nación.
¿CÓMO OPERABA EL HACKER?
El acta resume la trayectoria de hacker del muchacho, cómo aprendió a sustituir las tarjetas SIM y cómo le hicieron el encargo.
En alguna ocasión, el individuo que lo “contrató” le mandó un mensaje de audio en el que le decía que después lo contactaba porque estaba con los “gurises”. Por lo tanto, Ezequiel concluyó que es alguien del norte argentino y no de Capital Federal ni del conurbano.
Otra impresión de Ezequiel es que a veces cambiaba el estilo de los textos, por lo cual le parece que detrás del usuario había más de una persona.
En cuanto a las operaciones, el joven afirmó que siempre hizo todo solo, aunque a veces usaba la internet de su casa, otras veces de los negocios de celulares, dependiente de la velocidad que registraba el servicio ese día. O sea que el joven desvinculó del hackeo a los demás imputados.
Por otro lado, Ezequiel remarcó que nunca vió el contenido de mensajes o chats.
