Tras su encuentro con los directivos del Fondo Monetario Internacional y con el flamante presidente de Paraguay, Santiago Peña, este jueves el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, regresó al país para exponer en el Consejo de las Américas. En su discurso expuso el trabajo que realiza el Palacio de Hacienda para administrar las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
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En primera línea, el titular del Palacio de Hacienda sostuvo: “Ayer fue el cierre de la quinta y sexta revisión de Argentina con el Fondo, la próxima revisión es en noviembre, el desembolso de 7.500 millones de dólares y la consolidación de las metas establecidas. Un país de una crisis estructural como es la crisis de sobreendeudamiento que tiene la Argentina, agravada por una crisis coyuntural como es el impacto de la sequía en términos de volúmenes de exportaciones y en la balanza comercial Argentina”. Y remarcó: "Comienzan además a terminar esas restricciones que en el 2024 cambian definitivamente y nos permiten avisorar un año muy distinto al actual".
Luego se refirió a la deuda contraída con el FMI durante el gobierno de Mauricio Macri: “Estamos sobreendeudados con el Fondo Monetario Internacional por tres veces el admisible que tenía la Argentina, que eran u$s18.000 millones en el 2018, pero terminaron aprobando u$s45.000 millones”.
Asimismo, manifestó que "el FMI dejó de ser el prestamista de última instancia" y remarcó que en julio "Argentina tuvo que resolver los vencimientos frente al Fondo recurriendo a operaciones bilaterales con China en la apertura del segundo swap, con Catar que es la primera operación de crédito bilateral que realiza el país, y el BID, en una operación que también demostró cuál es la diferencia entre los organismos multilaterales con capacidad de resolución y cuáles se transformaron simplemente en marcas con un enorme peso burocrático sin posibilidades de resolución de las necesidades de los países en vías de desarrollo".
Por su parte, Massa se refirió a las exportaciones y estimó que se añadirían a la actual suma un monto de entre u$s30.000 millones y u$s40.000 millones, a partir de la influencia del sector minero- con impulso del litio y cobre-, energético -impacto del Gasoducto del Norte, Vaca Muerta y venta de petróleo- y agroindustrial. "En noviembre por primera vez va a ser un mes con impacto comercial positivo desde el punto de vista de la exportación de granos, y positivo desde el impacto de la balanza energética como generadora de divisas para el futuro de la Argentina, y porque empiezan a terminar esas restricciones y nos permiten avizorar un año 2024 muy distinto al actual", destacó.
Posteriormente, el ministro valoró el útlimo desembolso de u$s 7.500 millones del FMI: "Nos dio la oportunidad de abrir la importación con pago al día para generar competencia y apostar a mercados más transparentes".
"Alrededor de la minería con valor agregado la Argentina tiene la posibilidad de construir un proyecto de desarrollo industrial, no solamente por el litio, también por el cobre", aseveró el titular de la cartera económica.
Luego se refirió a la importancia del rol del Estado: "La discusión de estos proyectos requiere un Estado presente. Yo creo en un Estado eficiente, tecnológicamente accesible para el ciudadano,utilizando la tecnología para transparencia en actos de gobierno, para la prevención en seguridad".
Al finalizar, consideró: "Cuando empezamos a discutir octubre y noviembre discutimos qué modelo queremos para el país. Yo creo en un modelo industrial y con desarrollo de pequeña y mediana empresa; no creo en la Argentina exportadora de materia prima únicamente y de servicios personales e intelectuales, son parte importante de la economía".
