Miles de hinchas de todas partes se congregaron en distintos puntos del país para festejar el pase de la "Scaloneta" a la final de la Copa del Mundo, pero sólo en un lugar hubo represiones. El operativo policial de la Ciudad de Buenos Aires lo hizo de nuevo: reprimieron a cientos de hinchas que celebraban en el obelisco.
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El operativo policial estuvo a cargo del ministro de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, recientemente acusado de haber participado de un viaje de dádivas junto con magistrados que pertenecen al poder judicial, al Grupo Clarín y ex funcionarios de la AFI y la polémica filtración de chats para tapar el encuentro en la mansión del magnate británico Joe Lewis en Lago Escondido.
La Legisladora del PTS Alejandrina Barry aclaró que "Fue un hecho que podría haber provocado una catástrofe, dado que concurrieron miles de personas".
Pedido de Informes
Alejandrina pidió informes a la policía de la ciudad afirmando que "El lugar de encuentro se llenó de familias que concurrieron a festejar con niñas y niños muy pequeños. Que el Gobierno de la Ciudad informe quién dio la orden de tirar gases lacrimógenos y golpear a decenas de hinchas".
En ese sentido, continuó: "Presentamos un repudio y un pedido de informes para que el Gobierno de la Ciudad informe quién dio la orden de tirar gases lacrimógenos y golpear a decenas de hinchas" y según ella "la voluntad de montar un escenario de carácter represivo estuvo clara desde antes de comenzados los festejos" debido a que "la avenida Corrientes, a una cuadra del Obelisco, fue vallada por la Policía de la Ciudad".
Y finalizó aclarando: "El lugar de encuentro se llenó de familias que concurrieron a festejar con niñas y niños muy pequeños, pero nada pareció importarle a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que, bajo el mando del ya regresado de Lago Escondido Marcelo D'Alessandro, lanzó gas lacrimógeno y detuvieron hinchas".