El juez porteño Roberto Gallardo le ordenó este lunes al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que “cese de forma inmediata la ejecución de cualquier operatoria policial directa o indirectamente vinculada con la custodia” del domicilio de la vicepresidenta Cristina Kirchner, dado que eso corresponde a la seguridad federal, informaron fuentes judiciales.
El titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso, Administrativo y Tributario (CAYT) N° 2 de la Ciudad de Buenos Aires dispuso la medida cautelar en el marco del trámite de una serie de recursos de amparos presentados durante el fin de semana por dirigentes vinculados al Frente de Todos.
Gallardo dispuso “ordenar al señor jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Lic. Horacio Rodríguez Larreta, que por conducto del Ministerio de Seguridad de la Ciudad, cese en forma inmediata la ejecución de cualquier operatoria policial directa o indirectamente vinculada con la custodia de la persona, familia y/o domicilio de la Señora Vicepresidenta de la Nación”.
En el segundo punto de la resolución que emitió esta tarde ratificó que “la custodia de la persona y domicilio de la vicepresidenta sito en esta ciudad, están a cargo de las autoridades de seguridad federales, que deben ejercer a esos efectos la unidad de comando y la coordinación operativa con las fuerzas locales”.
Asimismo, estableció que “la fuerza federal encargada de la custodia Presidencial será la habilitada para determinar, en función de las eventualidades específicas, el radio territorial de cobertura y las modalidades que asuman los operativos de prevención y/o contención en su caso”.
La decisión del juez Gallardo se conoció después de que el sábado pasado la policía porteña vallara los alrededores del edificio en el que reside la vicepresidenta, en la esquina de Juncal y Uruguay, lo que irritó a los manifestantes que desde hace días se congregan en el lugar en defensa de la funcionaria, acusada en la llamada causa Vialidad y con un pedido de condena de 12 años de prisión.
La policía porteña arrojó granadas de gas lacrimógeno y empapó a los manifestantes con chorros de agua disparados desde su camiones hidrantes, lo que derivó en múltiples denuncias del Frente de Todos pos la violencia de la represión.
En las refriegas, hubo dirigentes de la alianza gobernante detenidos y hasta el diputado Máximo Kirchner, jefe del PJ Bonarense, resultó golpeado por la policía.
Dirigentes kirchneristas cruzaron a D'Alessandro tras sus graves declaraciones
Los dirigentes del oficialismo Andrés "Cuervo" Larroque y Oscar Parrilli salieron al cruce del ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D'Alessandro, quien amenazó con "utilizar la fuerza para restablecer la paz" y que el kirchnerismo busca un muerto en las manifestaciones que se produjeron en la puerta de la casa de Cristina Kirchner durante este sábado.
Fue en una entrevista para Radio Mitre que Eduardo Feinmann le preguntó al funcionario si le da "la sensación de que Cristina está buscando un muerto". Ante la consulta, D'Alessandro indicó: "Me quedó claro el sábado. No sé si la Vicepresidente, pero todo ese sector está generando un escenario para que pase cualquier cosa, incluso hechos de sangre".
Quien primero se pronunció en contra fue El Cuervo, actual ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, en diálogo con El Destape Radio. "Los que montan la provocación permanente y este show dantesco son ellos. Les molesta el peronismo y el amor que le tiene el pueblo a Cristina”, comenzó señalando.
El dirigente kirchnerista sostuvo: "Es una irresponsabilidad absoluta. Ellos quieren ir a un escenario de violencia porque la democracia no les sirve más. Uno no cree mucho en las tensiones internas que están mostrando. Si Larreta aspira a ser presidente supongo que debe tener resueltos sus problemas de carácter con respecto a Macri".
Sobre las marchas autoconvocadas y espontáneas de los últimos días a raíz del pedido de condena del fiscal Diego Luciani de 12 años de prisión para Cristina Kirchner por la causa Vialidad, Larroque declaró: "El poder entró en estado de desesperación. Entendieron que en función del contexto económico, podían alterar el orden democrático. Calcularon mal. Subestimaron a Cristina y subestimaron al pueblo".
