Luego de que se diera a conocer el fallo del juez federal Lino Mirabelli, por la causa conocida como "Fiesta de Olivos", que condenó al presidente Alberto Fernández y a su pareja Fabiola Yáñez a abonar la suma de 3 millones de pesos, por haber violado las restricciones impuestas por la cuarentena en el año 2020, una insólita protesta se dio en las puertas de la Quinta de Olivos.
Allí, un grupo minúsculo de personas salió a protestar por el acuerdo al que arribaron las partes, con pancartas y banderas argentinas mientras golpeaban cacerolas.
El cacerolazo fue convocado por cuentas ligadas a la oposición en las redes sociales, y si bien fue una de las tendencias del lunes en Twitter, la convocatoria real fue de las más escasas.
Lo más insólito fue que entre el rejunte de consignas, estaba el rechazo al anuncio por los nuevos billetes, que recuperó a los próceres nacionales para terminar con los animales autóctonos que había impulsado el macrismo.