El Gobierno presentó oficialmente este martes el nuevo esquema de segmentación de tarifas para los servicios de luz, gas y agua corriente, con el que se espera ahorra cerca de $510 millones por menor consumo en 2023.
Para el mismo se utilizó un registro de ingresos y consumo por hogares, estableciendo diferentes niveles de subsidios y con un sistema progresivo dependiendo el uso de energía de cada una de las casas.
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La secretaria de Energía, Flavia Royón, detalló que en lo que queda del 2022 “el ahorro en gas y energía será de $47.500 millones”, mientras que a nivel interanual debería estar llegando a los “$455.000 millones”, cerca a la cifra de ahorro esperado.
El plan de segmentación permitirá llegar de forma más efectiva a los hogares necesitados, subsidiando dependiendo los ingresos y el consumo, en la medida que se quitará ayuda estatal a las familias de mayor poder adquisitivo y consumo.
Se buscará un uso eficiente de los recursos energéticos y priorizar su conservación para mantener el abastecimiento y evitar tener que importar en momentos de mucho consumo, como el de hace apenas unas pocas semanas.
La segmentación de tarifas respeta lo estipulado en el Decreto 332/2022, que establece tres niveles de usuarios según su capacidad económica para hacer frente a los aumentos y que se complementará con las mediciones de consumo.
Hasta el momento se inscribieron 2.599.550 personas de bajos ingresos, 2.880.090 de medios y apenas 269.725 de altos. A pesar de ello, Royón aclaró que “se mantendrán abiertos los registros” para todas aquellos argentinos y argentinas que aún no lo hicieron o no pudieron y verdaderamente lo necesitan.
En el caso de la energía eléctrica se estableció un tope de 400 kilowatts (kWh), según lo anticipado por el ministro Sergio Massa hace algunos días, y de 500 kWh en zonas sin servicio de gas de red. Para el resto de los usuarios, la tarifa de gas será variable según categorías y zonas de todo el país.
Malena Galmarini confirmó ayer que el agua corriente se sumaría a la segmentación de tarifas
En el día de ayer, la titular de Agua y Saneamiento Argentino (AySA), Malena Galmarini, brindó detalles sobre el mecanismo de segmentación tarifario para el servicio público de agua corriente y cloacas en el área metropolitana del Gran Buenos Aires. Se trata de la extensión lógica de los anuncios de sinceramiento tarifario para los servicios de luz eléctrica y gas natural una vez superado de un consumo base.
Todo esto se inscribe en la necesidad de recortar el gasto del Gobierno Nacional en concepto de servicios económicos, con el propósito de cumplir los parámetros fiscales que fueron acordados con el Fondo Monetario.
De acuerdo al cronograma, a partir de noviembre dejarán de percibir subsidios los usuarios de mayor poder adquisitivo pero, a diferencia de lo que sucederá para el resto de los servicios, la segmentación se realizará por zonas, de acuerdo a la ubicación del domicilio.
Los usuarios no residenciales recibirán subsidio del 40% desde el 1° de noviembre de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2022. Subsidio del 20% desde el 1° de enero de 2023 hasta el 28 de febrero de 2023. Y eliminación del subsidio desde el 1° de marzo de 2023. La quita de subsidios —hoy los usuarios pagan solo el 30% del valor por litro de agua producida— será total a partir de noviembre para los usuarios residenciales y también terrenos baldíos localizados en las zonas de calificadas como de ingresos “altos” (se incluye a los barrios y urbanizaciones cerradas).
En cualquier caso, los usuarios que ya cuentan con tarifa social y comunitaria quedarán exceptuados de la segmentación y no perderán el beneficio.