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Cristina Kirchner y una sorpresiva carta contra el plan económico de Milei: "Es la economía bimonetaria, estúpido”

La ex mandataria se refirió a la escasez de dólares y cuestionó los fracasos de las teorías anarcocapitalistas y las contradicciones del discurso libertario.

Viernes, 06 de septiembre de 2024 a las 10 14,

Por Thomas Dos Reis

Viernes, 06 de septiembre de 2024 a las 10 14,

La ex presidenta Cristina Kirchner publicó esta mañana una carta de 8 páginas, titulada “Es la economía bimonetaria, estúpido” En dicho documento, analizó la realidad de la Argentina y cuestionó de forma contundente las políticas implementadas por el gobierno que preside Javier Milei.

El texto comienza con la cita de unas palabras de John Adams, ex presidente de los Estados Unidos: Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación. Una es la espada, la otra es la deuda. A partir de ese concepto, la ex vicepresidenta se refirió a la falta de dólares como el problema principal que afecta la economía del país, y advirtió sobre las contradicciones entre las promesas que Milei realizó durante la campaña electoral, y las medidas que finalmente implementó.

“A nueve meses de la llegada al Gobierno de la primera experiencia global anarcocapitalista, una vez más y como siempre, la realidad se impone sobre las teorías extravagantes, los discursos incendiarios y las frases marketineras”, expresa Cristina Kirchner en el primer párrafo de la carta que publicó esta mañana.

En el documento, también explicó cuáles son los precios que controla el actual presidente. 

Milei, el ultra libertario que en campaña prometía eliminar la intervención y el control del Estado sobre la vida de los argentinos hoy, en el gobierno, no sólo interviene y controla, sino que además decide tres de los cuatro precios fundamentales de la economía:

1) El precio del dólar, a través de la tablita de crawling-peg del 2% mensual

2) El precio del dinero, mediante la fijación de una tasa de interés de referencia ultra negativa

3) El precio del trabajo, al fijar tope para los acuerdos salariales

4) Sólo ha liberado el cuarto precio de la economía; el de los bienes y servicios, aunque con ciertas limitaciones: las tarifas de luz, gas y el transporte todavía conservan exiguos subsidios, en algunos segmentos de usuarios, y el Estado sigue sin contar con datos fehacientes sobre los costos reales de esos sectores.

“Si a esta forma de administrar los cuatro precios de la economía le sumamos el ajuste fiscal de Milei -que es inconsistente e insostenible porque lo logra a partir del no pago de deudas exigibles para la administración central y del retiro del Estado de las funciones imprescindibles para la subsistencia misma del país como Nación-, se produce un combo letal, afirmó Cristina Kirchner, que habló de “una tragedia inocultable” en la primera parte de su análisis.

Sobre la represión: "Y como siempre sucede en Argentina, al ajuste le siguen los palos"

Cristina explicó que, en una economía bimonetaria como la que rige en Argentina, las políticas económicas de Milei llevaron a una caída brutal de la actividad económica que provocó que el país sea hoy más caro en dólares que los países desarrollados del mundo.

Esto convierte a la tasa de inflación del 3% o 4% mensual, que Milei y su inefable ministro de economía, Luis Caputo, quieren hacernos creer que es un éxito, en una verdadera tragedia social al producirse en el marco de una profunda recesión económica”, diagnosticó la ex mandataria en su publicación.

En ese sentido, introdujo que "como siempre sucede en Argentina, al ajuste le siguen los palos". "Las imágenes de argentinos apaleados y gaseados, en esta oportunidad jubilados, no hacen más que confirmar la violencia que engendran ideologías donde los ciudadanos solo son una variable de ajuste. Todo se ha puesto muy feo. Todo está muy mal”, sentenció en otro tramo de la carta.

Cristina Kirchner: "Hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda y los mercados lo saben"

En otro tramo del documento, la ex vicepresidenta planteó la necesidad de "abordar el verdadero problema de la economía argentina desde el rigor que impone la experiencia concreta frente a cualquier ejercicio teórico". 

"Hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda y los mercados lo saben, advirtió. Asimismo, confirmó que este problema “llevó a Milei a no poder llevar a cabo la dolarización que imaginaba como plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal”.

"Milei, el ex libertario"

La dos veces presidenta se refirió a la problemática por la escasez de dólares en el país, y, en este contexto, calificó de "ex libertario" al presidente.

Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar. A esta altura de la soirée casi, casi que tenemos que hablar de Milei, el ex libertario”, concretó Cristina Kirchner con una fuerte carga de ironía.

Cristina Kirchner: “Es la economía bimonetaria, estúpido”

En la segunda parte del texto, Cristina Kirchner profundizó sobre el cepo, la escasez de dólares y su impacto en la realidad. Allí, planteó que sería conveniente que los economistas argentinos "encuentren una definición más rigurosa sobre la regulación para la adquisición de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) que la de “cepo”.

Citó para eso la corrida cambiaria que se dio durante el año 2011, el año de la elección presidencial, que significó “la caída de reservas con la clara intención de provocar una devaluación del tipo de cambio que hubiera sido una transferencia de ingresos a favor de sectores que estén dolarizados”.

Mediante un gráfico demostró que había un alto nivel de reservas en el Banco Central de la República Argentina en 2011 y la caída vertiginosa producto de la corrida que se opera en agosto y diciembre de ese año. “Como siempre, dato mata relato”.

“Lo curioso de aquella corrida impulsada desde el sector financiero es que se produjo en el marco de una economía que, después de la crisis global de Lehman Brothers (2008-2009) crecía en forma sostenida, y en un escenario de certidumbre política, traducida en el triunfo en primera vuelta por 55% de los votos. Quedó así al descubierto que los discursos del mainstream, acerca de la necesidad de certidumbre y estabilidad política y económica son solo eso: discursos”, disparó.

En esa línea, especificó que desde 1972 Argentina atravesó 54 corridas cambiarias e indicó que esto se define a partir de la caída de las reservas internacionales y/o en movimientos del tipo de cambio. No obstante, contó que las mismas se interrumpieron “temporalmente durante gran parte de la convertibilidad y la presidencia de Néstor Kirchner”.

La administración de Mauricio Macri también estuvo incluida en el análisis: “Fue ‘market-friendly’, pero tampoco se salvó de las corridas cambiarias. Por el contrario, no sólo tuvo una fuerte salida de capitales sino que debió reinstalar el ‘cepo’ que tanto había criticado y que había levantado en 2016 con bombos y platillos y gracias a un feroz endeudamiento externo”.

En la misma sintonía, Cristina Kirchner destacó que “el cepo no pudo ser eliminado hasta hoy, y continúa con el tope de 200 dólares, y  eso que pasaron tres gestiones, una macrista, una peronista y ahora hasta libertarios, todo bajo el estricto control del Fondo Monetario Internacional (FMI)”.

En el análisis, la ex presidenta comprende que no se debe “santificar el cepo, sino entender a partir de la experiencia y no desde la teoría, el funcionamiento de la economía en la Argentina frente a la cuestión del dólar”. “Es que, como dice el título de este capítulo, es la economía bimonetaria, estúpido. Una economía donde la moneda que emitimos como Estado sólo es utilizada para transacciones cotidianas Para las otras dos funciones que tiene cualquier moneda, que son las de unidad de valor y de reserva o ahorro, los argentinos utilizan el dólar”, manifestó en la carta.

Cristina Kirchner: “El peronismo se torció y se desordenó"

En este capítulo, Cristina Kirchner enumeró los momentos en los que, según sus consideraciones, el “peronismo se torció”:

  • Cuando olvidó que los muertos no pagan las deudas y convalidó el préstamo multimillonario e irregular que el FMI, violando su propia normativa interna, había otorgado al gobierno de Mauricio Macri para que ganara las elecciones.
  • Cuando por primera vez en un gobierno peronista los trabajadores registrados no llegaron a cubrir la canasta básica totalO sea: el peronismo con trabajadores registrados pobres.
  • Cuando mal administró las divisas obtenidas por superávits comerciales excepcionales.
  • Cuando no recuperó el carácter universal que caracterizó a sus políticas sociales y que impedían el surgimiento de clientelismos que solo contribuyen a dividir y a enfrentar a los sectores populares entre sí, e irritar a nuestras clases medias.
  • Cuando a pesar de haber atravesado la pandemia con una correcta gestión sanitaria que evitó la falta de atención médica o respiradores se anuló la palabra presidencial por la aparición de un documento fotográfico donde se comprobaba la violación de las normas de aislamiento por parte de quien las había firmado.

 

Además, la ex mandataria enumeró los momentos en los últimos ocho años que, según su criterio, el “peronismo se desordenó” y se corrió de su eje fundacional:

  • Cuando no advirtió la modificación de las relaciones laborales de la población económicamente activa, donde los trabajadores registrados en la actividad privada no sólo son minoría, sino que además, sólo el 40% de ellos está sindicalizado. La consecuencia objetiva es que las representaciones sindicales fundantes del peronismo, ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores.
  • Cuando no avanzó sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia y no construyó una nueva estatalidad más vinculada a la comunidad y su organización a través da la participación de sus diferentes estamentos.
  • Cuando no impulso la reversión del déficit fiscal a través de la reducción del gasto tributario existente por eximiciones, exenciones o promociones a sectores concentrados de la economía, junto a una reforma tributaria que no sólo simplificara la administración impositiva, sino que permitiera construir un sistema más racional y equitativo.
  • Cuando no planteó una revisión y reforma profunda de la educación pública, una de las demandas más sentidas y queridas por todos los sectores, especialmente por aquellos que no pueden reunir el dinero necesario para pagar la cuota de un colegio de gestión privada.
  • Cuando no pudo superar el consignismo de la desigualdad social por un lado y el gatillo fácil por el otro para abordar un plan de seguridad de carácter integral, donde además se aborde el problema cada vez más creciente del avance narco en las barriadas populares como consecuencia del retiro del Estado y la porosidad de las fuerzas de seguridad.
  • Cuando dejó de recordar que no solo donde hay necesidad hay un derecho sino también una obligación y que el trabajo es un derecho, pero también es un deber, por lo que es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.
  • Cuando no reparó en las profundas modificaciones surgidas en el campo de la comunicación social por el avance de la tecnología.

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