La ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner continúa con sus apariciones públicas luego de sus más recientes presencias en la inauguración del Microestadio Néstor Kirchner en Quilmes y el Salón de las Mujeres del Bicentenario en el Instituto Patria.
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Este sábado, volvió al Instituto Patria en un emotivo encuentro junto al Grupo de Curas en Opción Preferencial por los Pobres, donde evocó la figura del Padre Carlos Mugica, en el quincuagésimo aniversario de su trágica muerte a manos de la Triple A.
"Para mí es un contemporáneo, fue nuestro contemporáneo. Por más que lo intente, su figura es imposible que la reduzcan a una estampita. Tampoco fue un cura villero. Fue un hombre que pertenecía a la alta clase porteña, obviamente profundamente antiperonista, pero comprendió el evangelio y no le quedó más remedio que hacerse peronista y villero", inició su discurso la ex presidenta.
En este sentido, Kirchner destacó el compromiso de Mugica con los más desfavorecidos, señalando que "Mugica olía a oveja, era un pastor que olía a oveja", mientras que "hay algunos en las jerarquías que huelen más a lobos", afirmó de forma sugestiva.
Recordando el clima de violencia de los años setenta, Kirchner remarcó: "Después de la muerte de Mugica hubo un tiempo en que en la Argentina era tremenda la violencia y amplios sectores de la sociedad la ignoraban y decían cosas peores como 'algo habrán hecho' o 'por algo se lo habrán llevado'".
Además, la exvicepresidenta subrayó el coraje del Padre Mugica, quien "sabía que estaba amenazado de muerte", instando a no rendirse ante las adversidades: "Él fue un ejemplo, lo peor que nos puede pasar es agachar la cabeza ante lo que nos está pasando, ahí si estaremos vencidos".
CFK criticó al Gobierno de Milei y le pidió "un compromiso más profundo"
En un tono crítico, la ex mandataria reclamó la situación de vulnerabilidad en las barriadas, donde "no mandan comida a los comedores y que están sin dinero para comprar alimentos", cuestionando: "¿Cómo puede ser que en este estado de situación se apoyen estas cosas?".
Continuando con su discurso, la ex presidenta enfatizó: "Los que hemos atravesado la militancia política podemos brindar esa mirada. Es una mirada de esperanza, por ahí hubo momentos más difíciles todavía".
"Es cierto que nunca se vivió una situación similar en los 40 años de democracia, pero quería recordar al Padre Mugica porque él es el ejemplo", continuó, haciendo referencia al legado de Mugica como un ejemplo de valentía y resistencia en tiempos díficiles.
Para cerrar su intervención, Cristina Kirchner llamó a una mayor implicación por parte del Gobierno, declarando: "Tener todavía un compromiso más profundo, más explícito, porque la gente está sufriendo mucho". Agregó: "La vida de Carlos Mugica era un compromiso. Para todos nosotros es un ejemplo a seguir".
En un último giro, Kirchner cerró con una reflexión personal: "Él estaba amenazado de muerte, aquellos que hemos vivido la experiencia de que te quieran matar, sabemos que todo puede superarse, que lo importante es la fuerza y la convicción porque lo peor que nos puede pasar es agachar la cabeza ante lo que está pasando, ahí sí estaremos vencidos", sentenció ante el Grupo de Curas en Opción Preferencial por los Pobres
A 50 años del asesinato del Padre Mugica a manos de la Triple A, su amigo y sobreviviente presenta un libro sobre el icónico “cura de los pobres”
Este miércoles, Ricardo Capelli presenta “Antes y después del asesinato de mi amigo el Padre Mugica”, un texto relata la historia y el legado de uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y precursor de los Curas Villeros. El autor estaba al lado del religioso cuando se produjo el ataque a balazos que terminó con su vida. Hoy vive para contarlo.
A días de cumplirse 50 años del crimen de la Triple A contra uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y precursor de los Curas Villeros, el Padre Carlos Mugica, su amigo y sobreviviente del ataque que terminó con la vida del religioso, Carlos Capelli, presentará un libro que repasa el legado del ícono social y religioso de Argentina. La cita será el próximo miércoles -8 de mayo-, a las 18, en la Feria del Libro y contará con la participación del diputado nacional Eduardo Valdés y del exgobernador bonaerense Gabriel Mariotto.
La horrorosa noche del 11 de mayo de 1974, el padre Carlos Mugica terminó de dar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en el barrio porteño de Villa Luro, y salió a la calle a encontrarse con su amigo Ricardo Capelli. Iban a un cumpleaños en su querida Villa 31. Pero nunca pudo llegar.
Dos asesinos, uno de los cuales escuchaba la misa desde el último banco, y otro que bajó de un auto, abrieron fuego contra ambos. El sacerdote recibió cinco tiros de frente y Ricardo Capelli, cuatro. Con heridas de gravedad, los dos fueron trasladados al hospital Juan F. Salaberry, hoy extinto. Mugica murió después de dos horas de cirugía. Su amigo vivió para contarlo.
Los hechos en primera persona
A Capelli le quedaron las cicatrices de aquel acto criminal que sufrió y se llevó la vida de su gran amigo. Hoy tiene 87 años.
En el momento del hecho, cuando le realizaron 14 cirugías por los cuatro tiros de bala que recibió, el autor del libro tenía 37 y más de 20 de amistad con Mugica. Lo conoció a los 17, cuando trabajaba en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“En Antes y después del asesinato de mi amigo, el padre Mugica, Ricardo Capelli nos revela una profunda amistad forjada entre 1954 y 1978 con el incansable Carlos Mugica, marcada por la lucha compartida por los desfavorecidos en las villas argentinas”, describe Felipe Pigna, en el prólogo del libro.
“A través de sus ojos, Capelli nos muestra al hombre detrás del mito, compartiendo con nosotros anécdotas y momentos entrañables. Con valentía, desmitifica la versión que muchos medios han contado sobre la muerte del padre Mugica y ofrece una nueva perspectiva de la historia argentina, dejándonos un conmovedor testimonio de amistad y lucha por la justicia social”, completa el reconocido historiador.