La Unión Cívica Radical (UCR) está inmersa en una fuerte interna que quedó al descubierto en la reunión realizada esta tarde, donde se discutió el accionar de varios diputados que se alejaron de la línea general del bloque.
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El encuentro estuvo marcado por una dura confrontación entre diferentes sectores del partido, con cuestionamientos dirigidos especialmente hacia Rodrigo De Loredo, actual líder del bloque, provenientes del espacio encabezado por Facundo Manes.
Uno de los principales reclamos surgió desde este sector, donde se acusó que "el bloque en la práctica está quebrado". La reunión expuso las crecientes divisiones internas, con denuncias sobre la supuesta infiltración de libertarios dentro de la UCR, a quienes De Loredo estaría respaldando.
La reunión del bloque radical tuvo fuertes enfrentamientos
"La novedad es que hay ahora un grupo de cinco libertarios a los que sostiene Rodrigo de Loredo. Son topos de LLA dentro de la UCR y eso es inadmisible", comentaron fuentes cercanas a Manes.
Además, las críticas hacia la conducción de De Loredo fueron acompañadas por cuestionamientos a Karina Banfi, quien también integra la dirigencia. Los detractores señalaron que "ni De Loredo ni Karina Banfi pueden seguir siendo las autoridades. Además de no conducir en la práctica, desoyen las decisiones del partido nacional", en clara alusión a la falta de consenso y dirección dentro de la fuerza política.
Durante el encuentro, De Loredo propuso una nueva dinámica de trabajo, sugiriendo que las votaciones sobre proyectos de ley sean previamente debatidas en reuniones del bloque, y que el resultado de dichas votaciones fuera respetado en las sesiones parlamentarias.
Sin embargo, esta iniciativa no tuvo respaldo por parte de los sectores vinculados a Manes ni del espacio de Martín Lousteau, ni siquiera de los diputados que se consideran independientes.
El clima de tensión se intensificó hacia el final de la reunión, cuando el sector de Manes se retiró del encuentro afirmando que tanto De Loredo como Banfi "no están a la altura de conducir nada", lo que refleja la magnitud de la crisis interna que atraviesa el partido.