La suba de precios es la principal preocupación del Gobierno: frente a los cuestionamientos de la oposición aducen que hoy la principal ancla inflacionaria la representa el acuerdo tripartito celebrado en el marco de "Precios Justos" que compromete a las empresas a no "remarcar" con el incentivo de liberarles dólares para la importación.
Pese a que desde julio el índice de Precios al Consumidor supera el 6%, en el oficialismo confían en el sendero que ejecuta el equipo económico de Sergio Massa, en acuerdo con el staff del FMI, podrá aquietar las expectativas; la menor emisión monetaria es una de las metas acordadas con el Fondo.
Tras la firma del nuevo aumento del salario mínimo, vital y móvil, el Consejo del Salario se movilizó a Casa Rosada con el objetivo de protagonizar una "foto política" con Alberto Fernández y el propio Massa. Así la ministra "Kelly" Olmos (Trabajo) arribó al Salón de Mujeres con representantes de los gremios y las cámaras empresarias.
La actualización prevé una suba del 20%, que llevaría este ingreso a los $69500 en marzo próximo, pero dividido en cuatro cuotas: 7% en diciembre, 6% en enero, 4% en febrero y 3% en marzo. Es decir, los porcentajes se achican en los últimos 2 meses cuando en el oficialismo, según los cálculos de Economía, sostienen que descenderá fuertemente la inflación. Ahora si esto no pasara, Olmos "dio su palabra" a los jefes gremiales presentes, Héctor Daer y Andrés Rodríguez, de volver a convocar al Consejo del Salario.
Expectativas de congelamiento de precios
Pero en el oficialismo confían en que los fabricantes de bienes de consumo masivo se comprometan a sólo aumentar hasta un 4% los precios de los artículos por fuera de los casi 2 mil que estarán congelados hasta marzo próximo, en el marco del plan de "Precios Justos", y de esa forma, se vaya reduciendo la inercia inflacionaria.
Es que las empresas participantes del programa se comprometieron a respetar los alcances del entendimiento durante 4 meses a cambio de acceder al dólar oficial para poder importar, una de las grandes “zanahorias” que ofrece Hacienda en medio del endurecimiento del cepo importador por la caída de reservas del Banco Central.
Hay firmas alimenticias, por caso, que han tenido que frenar la producción por no contar con insumos importados. Lo mismo ocurre, se sabe, en la industria automovilística.
Lo cierto es que el incentivo que tendrían los ejecutivos para no "remarcar" sería la adquisición de divisas para seguir produciendo o bien saldar deudas en el exterior. Sin un plan de estabilización generalizado, como la Convertibilidad o el Plan Austral, en el Gobierno optan por medidas consensuadas en el marco del diálogo tripartito y que respeten los lineamientos del acuerdo con el Fondo.
"Creo que esta vez es al revés: no les hablamos con el corazón y nos contestan con el bolsillo (al recordar la frase del ex ministro alfonsinista Pugliese). Acá a los empresarios les conviene no subir los precios porque podrán conseguir dólares que hoy escasean en el país", explicó, con algo de sorna, un integrante del gabinete consultado por este medio.
