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Ganó la derecha, pero le será difícil formar gobierno

Pese al triunfo del Partido Popular, es probable que este no llegue al poder. Ante tal escenario, España se enfrenta a la posibilidad de un bloqueo y la repetición de los comicios

Lunes, 24 de julio de 2023 a las 12 17,

Por Alejandra Loucau

Lunes, 24 de julio de 2023 a las 12 17,

España votó este domingo en unas elecciones cruzadas por sorpresas. Ganó el Partido Popular (PP), aunque no le fue tan bien como las encuestas y los medios vaticinaban. El PSOE de Pedro Sánchez salió segundo, pero festejó su resultado al mantener las bancas e incluso aumentarlas contra todo pronóstico. La extrema derecha de VOX cayó como era esperado y, debido a la insuficiente performance del PP, se dificulta su llegada al poder. Sumar mantuvo su caudal de votos en un desempeño visto positivamente por sus dirigentes. La atención estará centrada en las alianzas que pueden formarse con el resto de los partidos para intentar conformar un futuro gobierno.

Partido Popular ¿ganador?

El PP fue el más votado con el 32,9% de los votos y 136 bancas en la Cámara baja, obteniendo mayoría en el órgano. Además sumó 47 asientos respecto de la elección en 2019.

A pesar de esto, será difícil que su líder, Alberto Núñez Feijóo, se convierta en presidente, ya que su partido no logró por sí solo la mayoría absoluta y, con los votos de VOX (su único posible aliado de peso), no llega a los 176 escaños necesarios para formar gobierno.

En su discurso, Feijóo se mostró a favor de abrir el diálogo, aunque no dijo con quién. Planteó que “sería una anomalía que no pudiera gobernar el partido más votado” y pidió “que no bloqueen el gobierno” (léase su gobierno).

Queda saber qué harán los grupos minoritarios nacionalistas/independentistas. Por ahora es difícil que el Partido Nacionalista Vasco y la Coalición Canaria pongan sus bancas al servicio de un gobierno del PP ya que, según anticiparon, no apoyarán a ninguna alianza gobernante integrada por la extrema derecha.

PSOE ¿ganador?

El Partido Socialista (PSOE) terminó segundo con 31,8% de los votos y 122 escaños, sumando 2 en relación a la elección pasada.

Pedro Sánchez festejó los resultados posando como el ‘ganador’ de la noche. Y tiene sus razones. Primero, por haber dado vuelta los resultados que la mayor parte de los sondeos anticipaban (los medios hicieron otro tanto). Segundo, por resultar victoriosa su estrategia de adelanto electoral, luego de la contundente derrota en los comicios autonómicos y municipales de mayo pasado. Tercero, por conservar e incluso aumentar sus bancas en Diputados. Cuarto, por tener más posibilidades de alianzas que su competidor principal, debido a un arduo trabajo previo de alianzas y acuerdos con nacionalistas e independentistas.

Todas menos una encuestadora, el organismo público Centro de Investigación Sociológica (CIS), auguraron la derrota de Sánchez y su partido en estas elecciones. Durante las semanas previas a la elección, los medios lo mostraron a la defensiva y desgastado. El resultado, sin embargo, mostró que el lema de ‘resistencia’ frente al avance de las derechas funcionó.

El bloque involucionista ha fracasado”, dijo el actual presidente en su discurso ante la multitud que se manifestó la noche del domingo.

No obstante, para formar gobierno el PSOE tiene dificultades que sortear. Si bien la alianza con Sumar seguirá vigente, no le alcanza el número de bancas para seguir en la Moncloa. Los partidos independentistas catalanes se expresaron a favor de apoyar la investidura de Sánchez, pero no “a cambio de nada”. En su alocución, dejaron implícita la opción referéndum de autodeterminación como condición para ungir al PSOE al frente del gobierno.

La derrota de VOX

Uno de los grandes perdedores de la noche fue el partido de extrema derecha dirigida por Santiago Abascal. Si bien quedó en tercer lugar, con el 12,39% de los votos y 33 bancas, perdió gran parte de sus posiciones (tenía 52). Este retroceso estaba previsto, pero Abascal tenía otras pretensiones: formar parte del gobierno junto al Partido Popular. Si este último hubiese tenido un mejor desempeño VOX hubiera pujado por una alianza y, muy probablemente, por el puesto de vicepresidente. Con las dificultades del PP y la línea roja que significa VOX para la alianza con el resto de los partidos, el panorama para la extrema derecha (y para su programa político) se traduce en clave de derrota.

Dificultades

Según dijo el periodista y analista Daniel Bernabé a BBC, “a Feijóo se le pone ahora muy difícil”.

“Estas elecciones han demostrado que hay unas fuerzas políticas tozudas y el bipartidismo que rigió en España durante 30 años cambió definitivamente”.

Ahora hay un Parlamento muy variado, con fuerzas minoritarias y periféricas con las que hay que llegar a acuerdos, y ni el PP ni Feijóo están en disposición de hacerlo”, agregó.

¿Cómo sigue?

El nuevo Congreso se instaurará el próximo 17 de agosto, aunque recién para fin de ese mes se espera que el rey convoque a los respectivos representantes para iniciar la sesión de investidura, lo que dará inicio al debate decisivo.

Hay dos escenarios posibles. Sumar mayoría absoluta en una primera sesión (176 diputados) o lograr más votos a favor que en contra en una segunda votación, 48 horas después. El PP podría obtener las 33 bancas de VOX y ganar con 169 escaños en esta última instancia, pero necesitaría la abstención del resto de los partidos, algo que parece difícil.

Si no se se produce un acuerdo para formar gobierno de alguna u otra manera se llegaría al bloqueo, el cual podría desembocar en la repetición de las elecciones, probablemente para fines de este año.