El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, no podrá ser candidato a la vicepresidencia de su país en las elecciones de 2021 como esperaba, luego de que la Justicia ratificara la sentencia de 8 años de prisión e inhabilitación política por el polémico caso “Sobornos 2012-2016”.
Correa, inspirado en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pretendía hacer una jugada similar y candidatearse como segundo de su partido, pero una vez más como sucedió en la región durante los últimos años, el Poder Judicial de su país se lo impidió.
En tanto, en Bolivia, la Justicia también prohibió la postulación del exjefe de Estado Evo Morales a participar de las elecciones legislativas en el país con la posibilidad de aspirar a un cargo en el Senado.
Tanto Morales como Correa fueron uno de los protagonistas del famoso proceso denominado Patria Grande que vivió Latinoamérica con gobiernos populares que mejoraron la calidad de vida y también la economía de sus países, junto a Hugo Chávez en Venezuela, Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Luiz Inácio Lula Da Silva y Dilma Roussef en Brasil y José "Pepe" Mujica en Uruguay.
Tanto Correa como Morales se encuentran en el exilio y, desde allí, han estado en permanente disputa en los últimos meses contra la Justicia y también contra los actuales gobiernos y autoridades de sus países. No solo intentan volver a sus naciones de origen sino a las esferas del poder.
Cabe resaltar que el actual Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, fue el candidato que eligió Rafael Correa para las últimas elecciones presidenciales en Ecuador y que también había sido su vicepresidente en sus dos mandatos al frente del país.
Tras asumir el poder, Moreno no hizo más que traicionar al líder del movimiento y acosarlo con reiteradas denuncias en la Justicia hasta lograr el exilio del exmandatario.
En tanto, en Bolivia, efectivos policiales y miembros de las Fuerzas Armadas en conjunto con sectores de la Iglesia realizaron un golpe de Estado para derrocar al expresidente ganador de las últimas elecciones y designar a Jeanine Áñes como la presidenta interventora del proceso.
Durante ese proceso, asesinaron a cientos de mujeres y hombres vinculados a los pueblos originarios que salieron a reclamar contra la detención y el posterior exilio que realizaró el gobierno de Facto que se montó en Bolivia a fines del año 2019.
