Pese a que muchos sueñan con ganar la lotería y lograr solventar con ese dinero deudas y diferentes "sueños", no siempre la plata lo es todo. Mucha veces, el desconocimiento termina jugándole una dura pasada a quienes se encuentran con este "botín". Este es el caso de esta pareja, que llegó a ganar más de 200 millones de dólares, pero el desamor y las malas decisiones terminaron dejándolos en la bancarrota.
De 200 millones a la ruina
Gillian y Adrian Bayford son una pareja de Inglaterra que en 2012 tocó el cielo con las manos. En aquel año, lograron quedarse con el premio mayor del Euromillón. Por aquel entonces, ambos tenían 41 años juntos y dos hijos, pero este dinero que les llegó terminó creando peleas internas, denuncias y malas decisiones.
En total, el premio era de 186 millones de dólares. Sin embargo, 15 meses después la pareja comenzó a tener una mala relación y decidieron separarse. Dividieron la fortuna y ambos quedaron en buenos términos para intentar rehacer sus vidas. Adrian abrió una tienda de recuerdos de películas y discos. Además, decidió comprar 38 casas para alquilar y lograr una renta. Compró una cafetería que tuvo que cerrar debido a las pérdidas cercanas a los 170.000 dólares.
No obstante, estas fueron las menores de sus preocupaciones. Poco después de su separación, conoció a Samantha Burbidge, una mujer 17 menor a él, que era amante de los caballos. Ella le hizo invertir una fortuna en los pura sangre, la arena de entrenamiento y demás artilugios. "Él no sabe nada de caballos", manifestaron sus amigos.
Ahora, los problemas económicos llegaron a la relación y lo que parecía ser un sueño, terminó en una pesadilla. Ella lo abandonó en los peores términos, llevándose consigo una jaula de caballos valuada en 125 mil dólares, un auto de 75 mil dólares y dos perros. "Lo que más lamentó Adrian fueron los perros", dijo el amigo en diálogo con un diario inglés.
Hasta el momento, ella no ha reaparecido, ni se comunicó nuevamente con Adrian. De hecho, gente cercana al entorno de él reconocieron: "Nadie sabe hasta el momento dónde está Sam. Ni siquiera ha dado razones para la ruptura, diciendo que no era feliz". Actualmente, él continúa con múltiples deudas económicas.
La vida de su ex esposa
Por su parte, en 2016, Gillian estableció un fondo inmobiliario en el que invirtió millones de dólares con el objetivo de hacerse con varias viviendas, pero sólo obtuvo deudas y problemas económicos.