Tupperware Brands, la histórica compañía reconocida por revolucionar el almacenamiento de alimentos, se declaró en quiebra en las últimas horas. La empresa, que tiene su sede en Orlando, Florida, continuará operando mientras atraviesa este proceso judicial, con el objetivo de reestructurarse y asegurar su viabilidad futura.
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Uno de los principales enfoques de la firma es gestionar la aprobación para una eventual venta de la compañía, con el fin de preservar su marca emblemática y proteger sus operaciones.
A pesar de haber visto un repunte en las ventas durante la pandemia de COVID-19, la compañía lleva años enfrentando una disminución sostenida en sus ingresos. Desde 2018, Tupperware luchó por competir en un mercado cada vez más saturado, lo que afectó directamente su estabilidad financiera.
Tupperware en quiebra: la icónica empresa busca una salida digital
En 2022, la empresa intentó obtener nuevos fondos y alertó a los inversores sobre los desafíos para continuar operando, advirtiendo también sobre el riesgo de perder su cotización en la Bolsa de Nueva York debido a su delicada situación.
Este año, Tupperware volvió a recibir una advertencia por parte de la Bolsa de Nueva York por no haber entregado sus informes financieros a tiempo a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).
Al presentar su solicitud de bancarrota, la compañía reveló que posee deudas superiores a los 1.200 millones de dólares, frente a activos que suman aproximadamente 679,5 millones. Las acciones de Tupperware registraron una caída drástica del 75% en lo que va del año, situándose en torno a los 50 centavos por unidad.
Sin embargo, a pesar de la bancarrota, la compañía aseguró que "no habrá cambios inmediatos en los acuerdos con sus consultores de ventas independientes", lo que deja margen de esperanza para sus trabajadores y socios.
Actualmente, Tupperware emplea a más de 5.450 personas distribuidas en 41 países y cuenta con una red global de más de 465.000 consultores que distribuyen sus productos de forma independiente en cerca de 70 naciones.
De cara al futuro, la empresa planea llevar adelante una transformación digital que le permita adaptarse a los nuevos tiempos. Entre las alternativas que evalúan, se encuentra el fortalecimiento de su presencia en línea, lo que podría llevar a un enfoque más centrado en las ventas a través de su sitio web y una estrategia de marketing digital más agresiva.