Este lunes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió la reducción en la meta de acumulación de reservas internacionales para 2023, aunque mantuvo sin cambios la meta para el déficit fiscal. La modificación se da luego de que el Gobierno solicitara al organismo multilateral que contemplara el efecto que la sequía y la guerra en Ucrania tienen sobre las cuentas públicas de la Argentina.
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Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron que la nueva meta implica “llegar a fin de año con una acumulación de aproximadamente US$2.000 millones menos”, aunque no precisaron cuál será el sendero de acumulación para cada trimestre, dado que aún falta que el Directorio del FMI termine de aprobar el acuerdo alcanzado a nivel del Staff con el gobierno. Respecto a la meta de déficit fiscal, confirmaron que continuará siendo del 1,9% del PBI.
El acuerdo entre el organismo multilateral y el Gobierno se dio en el marco de la cuarta revisión del acuerdo de facilidades extendidas (EFE, por sus siglas en inglés), en la cual se analizó el cumplimiento de las metas del último trimestre de 2022.
Una vez completada la revisión, que según el Palacio de Hacienda demorará por lo menos dos semanas, la Argentina podrá acceder al desembolso de 4.000 millones de DEG (Derechos Especiales de Giro), que corresponden a unos 5.300 millones de dólares.
En el comunicado difundido, el FMI reconoció la existencia de “un contexto económico más desafiante", particularmente la sequía cada vez más severa “que llevó al Gobierno a solicitar “revisiones de los objetivos de reservas para 2023”.
Desde el Gobierno habían indicado que “el efecto de la sequía es más fuerte en el primer trimestre, por eso la nmayor parte del ajuste de meta de reservas es para el 31 de marzo”. Respecto al cumplimiento de la meta de déficit fiscal, si bien aseguraron su cumplimiento, pidieron esperar “20 días hasta que termine la temporada” para dimensionar las consecuencias de la sequía sobre la recaudación y acumulación de reservas.
Sobre este punto, confirmaron que el organismo multilateral habilitó la posibilidad de implementar un nuevo Programa de Incremento Exportador —concido como “dólar soja”— para fortalecer las reservas, aunque se asumió el compromiso de no utilizar reservas para intervenir sobre los dólares paralelos.
Además, desde el Fondo indicaron que el cumplimiento del objetivo de déficit fiscal se deberá lograr "a través de controles continuos de gastos, una mejor focalización de los subsidios energéticos y de la asistencia social, y una mejor priorización del gasto de capital, al tiempo que protegen el gasto social y de infraestructura prioritario".
"Para cumplir con las metas de reducción del déficit y fortalecer la progresividad de los subsidios energéticos, las autoridades planean continuar implementando el esquema de segmentación acordado, eliminando los subsidios para los usuarios residenciales de mayores ingresos a partir de mayo y para los usuarios comerciales a fines de 2023", afirmaron Luis Cubeddu, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, jefe de misión para Argentina.
"Se tomarán medidas tempranas y decididas para abordar de manera sostenible los costos fiscales de la aprobación imprevista de la moratoria de pensiones para asegurar los objetivos fiscales para este año y los próximos", agregó el FMI.
Cubeddu y Ahuja destacaron el sobrecumplimiento de las metas fiscales para el 2022, dado que el déficit fiscal fue del 2,4% (frente a una meta del 2,5%), en particular debido "al continuo y sólido control del gasto y las acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social".
"Al mismo tiempo, las reservas internacionales netas aumentaron en US$ 5.400 millones (por encima de la meta de US$ 5.000 millones), debido a mejoras en la balanza comercial y un importante apoyo oficial. El PIB real se expandió un 5,4% en 2022 y la inflación anual alcanzó el 94,8% al final del período", indicaron los funcionarios del organismo.