Recepción no tan negativa por parte del mercado a los anuncios de Batakis, que se despacho con premisas de claro sesgo fiscalista para evitar un desbande de expectativas que precipitara una crisis.
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Resultado un tanto paradójico, ya que se esperaba una situación más crítica dada la fuerte desconfianza en el sector financiero sobre las medidas del actual Gobierno.
En el inicio de semana los bonos en dólares cayeron alrededor de 1% y el riesgo país subió 0,5% hasta los 2.667 puntos, pero los bonos en pesos aumentaron hasta 4%. Se trata de un resultado menos dramático que lo esperado, toda vez que la semana previa tuvimos bajas de hasta el 10% diarias.
Por su parte las acciones cayeron hasta 6%, en el contexto de un magro lunes en los mercados internacionales, dada la proliferación de indicadores negativos para la economía estadounidense, y las perspectivas de mayor suba en la tasa de interés. En lo que va del año el índice S&P de las principales acciones en EEUU cae casi 20%, en un desplome que no se verificaba desde la crisis del 2009.
En tanto, en el inicio de semana el Dólar Blue cerró en $267, con una baja de $6 y el dólar financiero (MEP) clausuró la jornada en $285,7, con un leve recorte del 1,2%. Evitar una escalada en las cotizaciones paralelas es un resguardo para evitar propagación sobre otras variables macro. Por caso, si los dólares alternativos no encontraran techo, sería mucho mayor el riesgo de una devaluación y la tendencia a la dolarización de carteras.
El goteo de dólares en los últimos meses está directamente ligado al aumento de precios internacionales, y las mayores compras de combustible desde el exterior. Poco de esto se puede atribuir a errores del Ministro de Economía, pero sí es cuestionable la pasividad para adecuar el régimen cambiario, que es la esencia de las distorsiones que dieron lugar a lo que la VicePresidenta llamó “Festival de Importaciones”. Al último día de su gestión, la brecha cambiaria escalaba al 90%, y en los dos años y medio no bajó del 40%. Es evidente que el programa de gradualismo y consistencia macro no alcanzó para anclar las expectativas.
Como dato positivo, el Banco Central empezó la semana comprando U$S 80 millones, y las reservas brutas escalan a U$S 40.456 millones. Esta variable es fundamental, ya que la escasez de dólares es hoy la restricción más aguda.