A tan solo tres días para la esperada final del mundo entre Argentina y Francia, el conjunto europeo encendió todas las alarmas al comunicar que tres futbolistas del plantel no entrenaron a la par del grupo por presentar "cuadros febriles y síntomas de gripe”. Sin embargo, la preocupación del público francés fue creciendo cada vez más al enterarse que los jugadores podrían haberse contagiado del misterioso virus MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio) o como se lo conoce popularmente “virus del camello”.
Dicha enfermedad tuvo origen en Arabia Saudita, en el año 2012. Según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad se transmite por contacto directo o indirecto con dromedarios que ya portan el virus. Además, existe la posibilidad de que sea transmitido de una persona a otra, aunque la probabilidad es mucho menor.
Qué es el "virus del camello", la enfermedad que preocupa a Francia de cara a la final de Qatar 2022:
La Selección de Francia se medirá contra Argentina el próximo 18 de noviembre en el Estadio Lusail y buscará levantar la Copa del Mundo por tercera vez en su historia. Sin embargo, todas las noticias de último minuto en Francia tratan sobre el estado de salud de Adrien Rabiot, Dayot Upamecano y Kingsley Coman. Los dos primeros son habituales titulares y que estuvieron presentes el miércoles en lo que fue la victoria gala por 2-1 ante Marruecos por las semifinales.
Según indicó el diario Sport, en la intimidad del seleccionado francés temen que los tres futbolistas hayan contraído el virus del camello, que se trata de una enfermedad respiratoria causada por uno de los coronavirus, que difiere del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que es el causante de la infección de COVID-19. Ambos virus se diferencian en cuanto a la fuente de infección, el modo de transmisión y la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, expertos en salud indicaron que el virus del camello es más peligroso que el COVID-19.
El MERS-CoV es un virus zoonótico, es decir, que se transmite de los animales a las personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de un virus que ha sido identificado y vinculado a infecciones humanas en dromedarios en el Medio Oriente, África y el sur de Asia.
En 2012, el MERS se aisló por primera vez el virus en un paciente de Arabia Saudita de 60 años que presentaba una neumonía aguda e insuficiencia renal grave. Desde allí hasta julio de 2017 se habían reportado 2.040 casos. Afectó más a hombres que a mujeres, con una tasa de mortalidad cercana al 35%.
Además, cabe recordar que el 29 de marzo, antes de que inicie la competencia mundialista, las autoridades sanitarias de Qatar confirmaron el contagio de un hombre de 50 años, quien no sufrió grandes complicaciones físicas, pero sí debió estar más de 20 días aislado y monitoreados por médicos y especialistas.
La médica argentina Marta Cohen, patóloga pediátrica que reside en Reino Unido, explicó un poco más del tema: “Se trata de una enfermedad del coronavirus que es otro coronavirus del que originó la actual pandemia. Este es el coronavirus de los camellos que produjo un brote epidémico sobre todo en Arabia Saudita años atrás. Pero en Qatar y en otros 27 países del mundo se han reportado casos aislados de este virus que tiene una mortalidad de hasta el 35%. Los síntomas de presentación son gripe, pero también diarrea"
"Las autoridades de Reino Unido y Australia han puesto una alerta para las personas que vengan de Qatar, para que estén alertas sobre la posibilidad de que puedan haberse contagiado de MERS, una enfermedad que si bien tiene una alta mortalidad, mucho más alta que el COVID, tiene bajo contagio inter humano. El contagio es más por los camellos y otros animales salvajes que puede haber también en esos países. Además puede contraerse por comer productos lácteos que no estén pasteurizados o carne que esté contaminada”, agregó la especialista.
Volviendo a la Selección de Francia, el medio Le Parisien notó un detalle particular que puso en alerta al mundo sobre una decisión que tomó la delegación de Francia por primera vez desde que llegó a Qatar: le impuso a la prensa el uso de un barbijo al final del encuentro durante la tradicional zona mixta. Tras los cuartos de final ante Inglaterra también sucedió, pero aquella vez por pedido de los británicos.
Aurélien Tchouaméni, una de las figuras en la victoria que le dio a los galos el pasaje a la final, reconoció que le prestan “más atención” a los pequeños detalles. “Hay más gel hidroalcohólico en las mesas. Esperamos que todos se mantengan saludables en el próximo partido, porque es una final y queremos tener todas nuestras fuerzas presentes”, comentó.
Por su parte, Didier Deschamps intentó bajar la ansiedad para no seguir entrando en pánico. “Las temperaturas han bajado. Hay aire acondicionado completo. Hay estados febriles. Todos prestamos atención. Con organismos tensos y fatiga, las defensas inmunológicas de los jugadores son más débiles. A Dayot le sucedió justo después del partido contra Inglaterra, no es casualidad. Nos adaptamos a la situación sin volvernos paranoicos”, explicó ayer el director técnico en conferencia de prensa.
De igual manera, el cuerpo médico francés tampoco descarta que se trate del virus de la gripe común o mismo el coronavirus SARS-CoV-2.
