Sigue el escándalo entre Talleres y Andrés Merlos. Luego de la derrota ante Boca en los octavos de final de la Copa Argentina, la cual estuvo manchada de polémicas, ahora explotó una fuerte interna del conjunto cordobés con la Asociación del Fútbol Argentina.
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Luego de las llamativas declaraciones del juez, ahora fue turno del presidente de la T, Andrés Fassi, que brindó una extensa conferencia de prensa para explicar con lujo de detalles su versión de la historia.
En su relato, el dirigente de 62 años no se guardó nada y apuntó contra el máximo dirigente del fútbol argentino, Claudio Tapia, a quien hizo responsable de las polémicas arbitrales de los últimos años. "Hay cuatro o cinco árbitros serviles, que para una causa determinada, son enviados para perjudicar o beneficiar", lanzó Fassi.
"Merlos tendrá que hacerse cargo de los actos que cometió. Por supuesto que en el vestuario se constató que no había ningún arma, y obvio que fue una mentira total del señor Merlos. Y no existieron guardaespaldas. Tengo 62 años y jamás tuve guardaespaldas, vigilante, chofer, nada. Merlos se dio cuenta de la brutalidad que hizo y rápidamente empezó a operar en distintos medios que había un arma. En el lugar había 10 ó 12 policías, imagínense si hubiesen visto un arma", soltó Fassi respondiendo a la acusación de juez.
En ese sentido, el empresario aseguró que su equipo fue perjudicado por haber jugado en fecha FIFA cuando tenían siete jugadores convocados a selecciones y en un contexto donde ya ni la T ni Boca se encontraban en competencia internacional.
"Son solamente cuatro o cinco árbitros serviles o abanderados que lamentablemente empañan ese 85% de arbitraje honesto, que ha sido modelo en el mundo y jugando en grandes mundiales con destacadas actuaciones de grandes árbitros en su historia. No se confundan, no hablo del arbitraje argentino: hablo de cuatro o cinco serviles, que para una causa determinada y enviados para perjudicar o beneficiar, ponen en vulnerabilidad la credibilidad del muy buen arbitraje argentino que tenemos", disparó.
Luego apuntó contra el presidente de la Asociación de Fútbol Argentina: “Te entregué cuatro propuestas distintas para mejorar el fútbol argentino. Chiqui, te he pedido juntarme ya hace más de un año y medio. La última vez que quedamos juntarnos en Buenos Aires, me hiciste ir un domingo y no me recibiste. Reiteradamente perjudicas a una institución que merece respeto y no merece sufrir ningún tipo de situación de todas las que vengo hablando en forma personal contigo. Chiqui, no juguemos, no juegués con Talleres. El señor Beligoy hace expresamente el mandato de lo que vos y tu segmento de gente hace que genere”, expresó.
“Soy una persona que me dediqué al Fútbol Argentino. No vine a hacerte problemas a vos, estás equivocado, no tengas miedo, no quiero ser presidente de AFA. Tenes muchísimo más poder que un dirigente como yo. Son formas de pensar. Hoy no somos campeones en Qatar o bicampeones de América gracias a la gestión del Fútbol Argentino. Lo somos gracias a que somos un país exportador, que nuestros clubes siguen sacando jugadores y se potencian en Europa”, sentenció.
Por otro lado, el presidente de la T aseguró que "no entendería por qué una sanción" luego de lo sucedido el sábado en Mendoza, y amplió: "Como presidente de un club tengo toda la autonomía en una zona mixta, donde me crucé con el árbitro del partido y le pregunté por qué perjudicó a Talleres. Si eso amerita sanción, sería algo totalmente ilógico. La Comisión Disciplinaria recibirá la situación de los hechos y no está en mi esa decisión".
A su vez, con respecto a dejar la presidencia del club, aclaró: "Talleres está arriba de todos, y no quiero ser la persona que por estar, perjudico a Talleres. Por eso quiero una muy sincera respuesta de Chiqui Tapia, para que me diga si puedo estar con la tranquilidad de seguir con esta gestión".
Fassi explicó qué pasó en el vestuario con Merlos:
"Cuando llego a la zona mixta, de frente venían los árbitros. En ese momento decido ir a preguntarle al señor Merlos por qué en reiteradas ocasiones perjudica a Talleres, y fue tanta la certeza de mi pregunta que durante los tres o cuatro minutos que se da toda esta situación, no dije absolutamente otra palabra más que 'vine a hablar y explícame por qué seguís perjudicando a Talleres'. Cualquier otra cosa que se diga de esto, es una mentira total. Hay tres policías de testigo, y me enteré ayer que también había un periodista viendo el desenlace de esta situación", comenzó.
Y siguió: "Él empieza a gritarme a mi, exactamente al revés de lo que normalmente pasa en este tipo de situaciones porque muchas veces he sido yo el que he gritado a un árbitro. Él me dijo que si yo quería hablar con él lo acompañara a su vestuario, se puso en una forma totalmente irracional y sacada, tal es así que lo empiezan a sujetar los otros árbitros porque él empezó a buscar a agredirme, mucho antes de lo que después lo termina haciendo"
"Viene directamente a buscarme y yo seguía con policías delante mío y me pegó una trompada en el pómulo derecho, donde la verdad que yo quedo totalmente atónito y pensando 'qué locura lo que este hombre acaba de hacer. Jamás vi que un árbitro le pegue a un presidente de un club. En este momento estábamos bajando con Gustavo Gatti, el vice que presenció toda la situación, y después de eso, que sus ayudantes lo vuelven a meter al vestuario, Gatti se acerca a decirle 'pero vos estás loco, cómo le vas a pegar al presidente'. ¿Qué recibe el señor Gatti? Una patada del señor Merlos a la altura del hígado, que lo tira dos metros para atrás de la puerta del vestuario. Ahí termina ese hecho bochornoso, tristísimo que jamás había vivido", completó Fassi.
En el final, el dirigente contó cómo se enteró de lo que dijo Merlos sobre la existencia de un arma: "Termina esta situación y nos vamos al vestuario. Los médicos constataron cómo estábamos el señor Gatti y yo, y al rato llega la policía y nos empieza a preguntar cómo habían sido los hechos, y nos dicen que el señor Merlos había dicho que vio un arma. Todos los que estuvimos estábamos ahí, requisaron absolutamente todo, una vergüenza total que al plantel los requisen como si fueran delincuentes, pero lo aceptamos", narró antes de confirmar que no había encontrado ningún arma en el vestuario.