The Buena Vista Social Orchestra llega a la argentina junto a los miembros originales de Buena Vista Social Club para tocar los clásicos de la icónica banda.
El conjunto se presentará el 3 de mayo en el Teatro Flores.
Las entradas ya están disponibles en la web de Passline en este enlace.
El 17 de septiembre de 2022, Buena Vista Social Club, el emblemático álbum que marcó un antes y un después en la música cubana, celebró su 25º aniversario con una reedición especial. Este proyecto, grabado en tan solo siete días en el estudio Areito de La Habana en 1996, revivió los géneros tradicionales de la isla y consolidó a figuras como Eliades Ochoa, Compay Segundo e Ibrahim Ferrer en el panorama internacional.
“Nunca imaginé que el disco tendría un impacto tan grande en el mundo”, confesó Eliades Ochoa en una entrevista reciente. El músico, conocido por su sombrero y su inseparable guitarra de ocho cuerdas, recordó con emoción las sesiones que reunieron a veteranos de la música cubana. “Muchos de ellos llevaban años sin tocar, pero la magia seguía intacta”, agregó.
El proyecto surgió de una propuesta inicial para grabar con músicos africanos, que finalmente no se concretó. A partir de esa cancelación, Ry Cooder, Nick Gold y Juan de Marcos González decidieron centrarse exclusivamente en artistas cubanos. “Nos propusimos rescatar lo mejor de la tradición musical de la isla y darle una nueva vida”, explicó González en una entrevista.
Uno de los momentos más destacados de esta reedición fue el descubrimiento de Vicenta, una canción inédita interpretada por Eliades y Compay Segundo. “Es una joya que nos transporta a una Cuba que parecía perdida en el tiempo”, comentó Ochoa sobre el tema, que narra un incendio ocurrido en 1909.
La espontaneidad y la autenticidad marcaron las sesiones de grabación. Según Ochoa, “el disco se grabó casi como si fuera en vivo; queríamos que la gente sintiera que estaba en el estudio con nosotros”. Esa naturalidad fue clave para que el álbum conectara con audiencias de todo el mundo.
Eliades Ochoa también recordó cómo el proyecto impactó su carrera: “Antes del Buena Vista ya había girado internacionalmente, pero esto fue otra cosa. Fue como entrar a otra dimensión”. Su guitarra de ocho cuerdas, que diseñó para combinar el tres cubano con la guitarra tradicional, se convirtió en un símbolo de su estilo único.
En los años posteriores al lanzamiento, Ochoa siguió explorando colaboraciones con artistas de diversos géneros. Una de las más recientes fue con C. Tangana, con quien grabó Muriendo de envidia en el mismo estudio Areito. “Fue un encuentro espontáneo, de esos que la música regala de vez en cuando”, destacó.
Aunque muchos de los integrantes originales de Buena Vista Social Club ya no están, Eliades expresó su disposición a participar en una posible reunión: “Si hay oportunidad, yo siempre estoy listo. Esa fue una experiencia irrepetible y un regalo para todos nosotros”.
Sobre el legado del proyecto, Ochoa reflexionó: “Buena Vista Social Club fue un milagro. Nos permitió llevar la música cubana a lugares que nunca habríamos imaginado. Fue un puente entre el pasado y el presente”.
Con esta reedición, el álbum sigue recordando al mundo la riqueza y la autenticidad de la música cubana. “La música une, y en un mundo tan dividido como el de hoy, creo que eso es más importante que nunca”, concluyó Ochoa.