Uno de los guitarristas más icónicos de todos los tiempos, Nile Rodgers, confirmó su regreso a la Argentina junto a la legendaria banda Chic.
Se estarán presentando el 20 de mayo en el Movistar Arena.
Las entradas tendrán una preventa exclusiva para clientes Banco Francés (BBVA) a partir del lunes 9 de diciembre a las 13 horas y la venta general comenzará el 11 de diciembre a las 13 horas. Los clientes del banco podrán acceder a 6 cuotas sin interés. Todos los tickets se adquieren únicamente en la web oficial del Movistar Arena en este enlace.
-
Nile Rodgers su guitarra ‘The Hitmaker’
Hablar de Nile Rodgers es hablar de un hombre con una vida que giró en torno a la música desde su infancia, marcada por adversidades y un entorno cultural grandioso. Sin embargo, su Fender Stratocaster de 1959, apodada “The Hitmaker”, fue tan protagonista como él en sus éxitos. “Es la guitarra que cambió mi vida”, confesó Rodgers en más de una ocasión. Este instrumento, que compró en 1973 al notar que “las bandas con mejores guitarras sonaban mejor”, definió el sonido único de Chic y de una generación completa.
La historia de Nile con la música comenzó desde chico, cuando componía canciones en su cabeza como forma de escapismo. Su infancia no fue fácil: sus padres eran adictos a la heroína y su vida estaba llena de mudanzas constantes. “Siempre imaginaba aventuras al estilo de La isla del tesoro, que fue el primer libro que leí”, recordó. A pesar de la soledad, su hogar estaba impregnado de arte. Artistas como Thelonious Monk y Lenny Bruce solían visitar su casa, dejando una huella cultural profunda.
En sus primeros pasos, aprendió a tocar percusión con su padre biológico y más tarde flauta en la escuela. Aunque la guitarra llegó a su vida de forma accidentada, con su abuelo como el primer dueño de ese instrumento, no fue un inicio prometedor: “Al principio, afinaba la guitarra de cualquier manera”. Pero la influencia de Ted Dunbar, su maestro de jazz, lo llevó a otro nivel. “Me enseñó que las canciones del Top 40 son grandes composiciones porque tocan el alma de millones de extraños”, explicó Nile.
Rodgers encontró su primera oportunidad profesional en la banda del programa Sesame Street, donde no solo ganó experiencia, sino también sus primeros ahorros: “Con esa plata me compré unos zapatos de piel de serpiente”. Durante esos años, también tocó con grandes artistas como Aretha Franklin, enriqueciendo su estilo y versatilidad.
En 1977, luego de ver a Roxy Music en Londres, decidió que su banda necesitaba algo más que música: necesitaba un concepto. Así nació Chic, con éxitos como Le Freak que marcaron una era, aunque no sin dificultades iniciales. “Nos costó un montón conseguir un contrato discográfico, pero sabíamos que nuestra música era especial”.
Su compañero de banda y amigo de más de 20 años, Bernard Edwards, murió tras un show en Tokio, un golpe que Nile aún recuerda con tristeza. “Cada concierto de Chic es un tributo a Bernard; su legado sigue vivo”, afirmó.
La relación de Rodgers con las drogas fue otra batalla clave en su vida. Durante 30 años, el consumo formó parte de su rutina, hasta que decidió dejarlo atrás. “Fue Michael Jackson quien me hizo darme cuenta de que podía vivir de mi talento sin sustancias”, admitió. Una experiencia clave fue su primer show sobrio, en homenaje a un amigo fallecido. “Estaba muerto de miedo, pero el amor por la música fue suficiente. Después del primer tema, grité: ¡Pertenezco a este lugar!”, recordó emocionado.