La muerte de Liam Payne sigue generando conmoción en el mundo entero. El artista falleció el pasado 16 de octubre a sus 31 años, luego de caer desde el tercer piso del hotel CasaSur en Buenos Aires, donde se había hospedado unos días. Lo que comenzó como una escapada tranquila con su novia, Kate Cassidy, terminó en una tragedia.
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Este miércoles, en Amersham, a casi un mes de su muerte, familiares y amigos se reunieron para darle el último adiós al cantante, quien saltó a la fama en 2010 por su participación en One Direction. Mientras se siguen acumulando preguntas sobre su trágico fallecimiento, los restos del cantante fueron velados en un funeral privado donde asistieron sus ex compañeros de banda Harry Styles, Niall Horan, Louis Tomlinson y Zack Malik
El funeral se llevó a cabo en Buckinghamshire, según reveló el portal británico The Sun. Aunque los detalles del lugar exacto permanecieron en la privacidad, se sabe que sus padres, Karen y Geoff Payne, organizaron cada detalle del funeral con un objetivo claro: rendir homenaje a su hijo menor.
Cabe recordar que Geoff fue el encargado de viajar a Buenos Aires para gestionar los trámites de repatriación del cuerpo hacia Inglaterra, un proceso que demoró casi tres semanas porque los investigadores seguían estudiando los detalles de su muerte.
Aunque la ceremonia será reducida, asistieron sus excompañeros de One Direction, Harry Styles, Louis Tomlinson, Zayn Malik y Niall Horan, quienes compartieron con él el meteórico ascenso de One Direction.
Semanas atrás, luego de conocerse su muerte, los artistas se reunieron en un emotivo comunicado para expresar sus sentimientos. “Nos tomaremos un tiempo para llorar y procesar la pérdida de nuestro hermano, a quien queríamos profundamente. Las memorias que compartimos con él las atesoraremos por siempre. Lo extrañaremos terriblemente”, escribieron en la cuenta oficial de la banda, la cual se reactivo tras casi diez años sin publicaciones.
Luego de la autopsia realizada, las autoridades argentinas revelaron que el cuerpo de Liam Payne tenía rastros de alcohol, cocaína y un antidepresivo recetado en el momento de su muerte, una combinación que habría contribuido a su estado de vulnerabilidad.
Actualmente hay tres personas imputadas en la causa que enfrentan cargos preliminares por “abandono de persona seguido de muerte” y por “suministro y facilitación de estupefacientes”, según lo informado por el fiscal Andrés Esteban Madrea. El primero de ellos es un acompañante cotidiano de Payne durante su estadía en Buenos Aires, mientras que los otros dos son argentinos: un empleado del hotel y un hombre que sería proveedor de estupefacientes
Entre los asistentes también estuvo Kate Cassidy, la influencer estadounidense que compartió dos años de vida con el cantante y que, según reveló tras su muerte, estaba comprometida con él.
En una carta desgarradora publicada en sus redes sociales, reveló que ambos habían comenzado los preparativos para su boda, un proyecto que mantenían en secreto. “Estoy luchando por descubrir cómo vivir en un mundo sin ti a mi lado. He ganado un ángel de la guarda y le amaré por el resto de mi vida y más allá”, escribió.
Entre los invitados también se encontró James Corden, reconocido conductor británico e íntimo amigo de los miembros de la boyband. “Hablar de Liam en pasado es totalmente desgarrador. Era un alma tan cariñosa y amable. Atesoraré los momentos que pasé con él”, había escrito semanas atrás al conocer la muerte de Payne.
Por otro lado, Simon Cowell, que asistió acompañado de su pareja, fue el encargado de formar la banda que revolucionó a millones de adolescentes.
El cuerpo del cantante británico llegó en un carruaje con caballos blanco con un arreglo floral encima que leía las palabras “hijo” con rosas rojas y “padre” hecho con rosas azules y blancas.
