Maggie Smith, la reconocida actriz británica aclamada por su participación en la saga de Harry Potter, falleció este viernes a los 89 años. Según le comunicó la propia familia a la cadena BBC, la ganadora de dos premios Óscar murió "pacíficamente" en el Chelsea and Westminster Hospital de Londres, "rodeada de familiares y amigos cercanos".
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De amplia trayectoria en el cine, teatro y televisión, Smith también trascendió por su rol en la serie Downton Abbey, donde interpretó a Violet, la condesa de Grantham. Esta ficción de época consolidó su figura como una de las mujeres más importantes de la actuación británica y hasta le hizo ganar dos premios Emmy.
“Nos llena de profunda tristeza anunciar el fallecimiento de la Dama Maggie Smith”, dijeron sus hijos, los también actores Toby Stephens y Chris Larkin. “Como una persona intensamente reservada, estuvo con sus amigos y su familia en el final de sus días. Deja dos hijos y cinco nietos que están destrozados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela”.
Stephen y Larkin también agradecieron al equipo médico por “el cuidado y la amabilidad sin límites” que brindaron a la actriz hasta sus últimos momentos.
Smith, considerada una de las actrices más destacadas de su generación, nació un 28 de diciembre de 1934 y alcanzó la fama internacional en 1969 con su papel en The Prime of Miss Jean Brodie, que le valió un Óscar a la mejor actriz y un premio BAFTA. Años después, en 1978, ganó un segundo premio de la Academia como actriz de reparto por su interpretación en California Suite.
Durante más de seis décadas, Smith deslumbró en los escenarios y en la pantalla, tanto en películas y series televisivas que trascendieron en todo el mundo.
En el cine, su trabajo más recordado remonta a la saga de Harry Potter (2001-2011), donde interpretó a la profesora Minerva McGonagall. Fue durante la grabación que la artista enfrentó uno de los problemas de salud más severos de su vida. Justo antes del rodaje de Harry Potter y el misterio del Príncipe, le detectaron cáncer de mama y comenzó a recibir quimioterapia a los 74 años.
A pesar de que el tratamiento sería agresivo, la actriz no abandonó su compromiso con la película. “Estaba totalmente calva, pero no tenía problemas con usar una peluca”, recordó en una entrevista del 2009 con The Times. Sin embargo, ella aclaró que estaba dispuesta a filmar todas las películas aunque le costara “arrastrarse” o “tambalearse” en el proceso. Afortunadamente, después de dos años de tratamiento, logró recuperarse y continuar con su trabajo en televisión.
