Una vez más un violento hecho de inseguridad golpeó a la Ciudad de Buenos Aires, en donde una pareja de jubilados fue abordada por delincuentes en la madrugada de este jueves. Estaban con su nieto de apenas 12 años de edad.
Los ladrones los despertaron y de inmediato comenzaron las amenazas: buscaban dinero y objetos de valor. Para conseguirlo, los agredieron con una violencia totalmente desmedida e impensada por el hecho de ser dos personas mayores que poco podían hacer para defenderse.
“Creí que tenía sangre de mi esposo, pero es mía. Me rompieron un ventilador en la cabeza”, relató Violeta, una de las víctimas, en comunicación con Telenueve. Fue cerca de las cuatro de la mañana y los delincuentes revolvieron la casa por aproximadamente una hora, según explicó.
“Apareció un tipo a los pies de mi cama, me decía que no grite y que querían plata. Mi marido reaccionó enseguida. Lo agarró porque es grandote. Le empezó a pegar y lo tiró al piso. Yo agarré un cajón y se lo partí en la cabeza”, comenzó diciendo.
Sin embargo, segundo después de que intentaron defenderse con lo que tenían a mano, vinieron más: “Yo vi cuatro, pero mi marido dice que eran seis, siete o por ahí ocho”, contó aún conmovida por lo sucedido.
Su esposo fue el que peor la pasó tras resistirse en un primer momento. “Mi esposo está mal, fue a hacerse un chequeo al Hospital Italiano. Le sangran los oídos. De un ojo no ve, dice que ve sangre. Le duele el abdomen”, relató con tristeza.
Y agregó: “Amenazaban, pero no tenían armas. Estuvieron entre 40 minutos y una hora. Entraron por el patio". Para llevar tranquilidad, aclaró que a su nieto no le hicieron daño, pero que pasó un momento muy feo.
“Estaba aterrado y pedía que no lo maten al abuelo”, describió. Junto con el efectivo que tenía la pareja de ancianos, al pobre chiquito le llevaron hasta la plata de su alcancía.
Ciudad: seguidilla de robos a un colegio en pleno Recoleta
En el pasado mes de septiembre, decenas de estudiantes, docentes y familiares de los chicos y chicas del Normal 1 de Recoleta se congregaron para realizar un abrazo simbólico a la institución luego de una seguidilla de robos el pasado fin de semana.
Exigieron seguridad al gobierno porteño ante el grave saqueo sufrido: se estima que se robaron 122 notebooks, más de 80 tablets, computadoras, proyectores, micrófonos, cámaras y mercadería de los comedores.
La particularidad es que los ladrones ingresaron por una calle donde no hay cámaras de seguridad ni sistema de alarmas. Recordemos que fue en pleno Recoleta, uno de los barrios de mayor poder adquisitivo de la Ciudad de Buenos Aires.
Los robos ocurrieron a mediados de mes, y se dio aviso inmediato a la Policía de la Ciudad. Los porteros afirmaron encontrar elementos desacomodados y puertas forzadas, pero ni se imaginaron que a la mañana siguiente faltarían aún más cosas.
Según Fabián Verde, rector del establecimiento, no tuvieron respuesta alguna de la Ciudad ante los reclamos por mayores medidas de seguridad, aunque sí se hicieron presentes autoridades del Ministerio de Seguridad nacional.
“Eso sí, los días de paro siempre viene alguien del Gobierno de la Ciudad a hacer un registro de los presentes y ausentes”, señaló el rector durante una entrevista para FM La Patriada.
