Natalia, la mujer que ayudó a salir del auto a la joven violada en grupo por seis hombres en el barrio porteño de Palermo, denunció amenazas de los acusados y vive con miedo a represalias: “Ya sabemos dónde trabajan y vamos a volver, los vamos a matar a todos”, le dijeron los detenidos.
Trabaja en una panadería a pocos metros del lugar del hecho y quedó “marcada” por los acusados, que la habrían amenazado con volver al local para violentarla. La Justicia le otorgó un botón antipánico y puso a su disposición patrullas que custodian su casa y el lugar donde trabaja.
Natalia decidió realizar la denuncia pública por la importante trascendencia mediática que cobró el hecho en todos los medios de comunicación y redes sociales, fundamentalmente. Vive con temor a un posible ataque de familiares de los abusadores.
Dichas amenazas se dieron en el momento en que se apercibió que la víctima estaba siendo abusada en el interior de un auto y decidió intervenir para ayudarla. Ella y su pareja llamaron a la Policía rápidamente y repetían las frases amenazantes mientras estaban siendo detenidos por los oficiales porteños.