Este lunes por la tarde se entregó Lorena Miño, la policía de la Ciudad que seguía prófuga por el crimen de Lucas González, y ya está a disposición de la justicia en la causa que investiga el violento ataque de gatillo fácil contra el joven futbolista de 17 años y sus amigos. “Soy inocente”, lo primero que dijo al entregarse.
Está acusada de encubrir el hecho que terminó con la vida de Lucas y permaneció prófuga durante el fin de semana. “Me vine de Corrientes para tener un futuro mejor y me van a detener injustamente”, expresó la mujer policía que se presentó acompañada por su abogado, Roberto Castillo.
“Ella es ajena al hecho, está hace tres meses en las fuerzas de seguridad y no tiene autoridad para encubrir a nadie”, explicó la defensa ante las cámaras de televisión que se acercaron al lugar. Quedó detenida y el juez no pudo asegurar que quedará libre.
Desde el pasado fin de semana fueron detenidos otros cinco policías que, al igual que ella, están acusados de adulterar la escena del crimen y de haber “plantado” un arma de plástico, supuestamente utilizada por los jóvenes que salían del entrenamiento en el predio de Barracas Central.